Phishing, malware y cryptohacking: las cifras de los ciberataques más comunes en 2019

Un nuevo estudio muestra que los intentos de ataques aumentaron exponencialmente en internet. Las computadoras personales, que usamos en nuestras casas, tienen el doble de riesgo a infectarse que las computadoras empresariales.

El 2019 estuvo marcado por un aumento significativo de los ciberataques en todo el mundo.

Así lo informó un nuevo estudio elaborado por Opentext en el que se subrayan algunas cifras acerca de los métodos más comunes de expansión cibernética maligna en todo internet.

Una de las prácticas más comunes fueron los ataques de phishing, es decir cibercriminales que se hicieron pasar por empresas o personas de confianza para robar datos confidenciales o incluso dinero a los usuarios. Según el estudio, los intentos de estafas por phishing aumentaron 640% en 2019.

El portal Retina aseguró que “las principales webs suplantadas por los ciberdelincuentes con técnicas de phising fueron Facebook, Microsoft, Apple, Google, PayPal y Dropbox”.

El phishing no fue la única práctica criminal que aumentó en la web en el último año. El malware, es decir los programas que realizan acciones dañinas sobre un sistema informático, aumentó 125% sobre Windows 7, uno de los motivos por los que Microsoft le dará de baja en los próximos meses.

Los países más tecnológicos fueron los más expuestos a diferentes ataques durante el año pasado. Estados Unidos, Países Bajos, Rusia, Alemania, Italia, China, Hong Kong, Japón, Sudáfrica y Singapur componen la lista del paraíso de los hackers.

Por último, está el llamado cryptojacking. Esto es el robo de criptomonedas, un medio de pago que solo funciona a nivel digital. Se detectaron 8,9 millones de sitios web que contenían códigos para ingresar a computadoras personales para robar dinero virtual.

“Cualquier persona puede ser objetivo de estos ataques, aunque no tenga este tipo de monedas ni esté relacionada con ese mundo”, explicó un especialista a El País de España.

A raíz de estos resultados, los expertos señalan que es inevitable el desarrollo de la llamada ciberresiliencia. ¿Qué es? Se trata de la capacidad que tienen los usuarios y las instituciones para “adaptarse a los cambios mejorando la protección de sus dispositivos y la formación de los empleados”. De esta manera, los riesgos podrían bajar.


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