El comisionado parlamentario para el sistema carcelario, Juan Miguel Petit, afirmó que algo está fallando en Uruguay en ese respecto.
Para el comisionado parlamentario para el sistema penitenciario, Juan Miguel Petit, las cárceles tienen que ser centros educativos si se quiere que contribuyan a la seguridad pública. Afirmó que el sistema está en un punto de inflexión, con aspectos positivos y negativos en la reforma.
Entre los problemas, Petit enumeró carencias edilicias y falta de personal técnico. "Por eso es tan importante por ejemplo el sistema educativo cuando provee de docentes; es tan importante proveer de docentes a un liceo de un barrio como a un centro penitenciario", afirmó Petit. "Lo mismo podemos seguir repasando de todas las distintas áreas de políticas públicas, ya que el objetivo es obviamente realizar los derechos humanos de todas las personas".
Petit afirmó que hay algo que está fallando, porque no puede ser que Uruguay esté en los primeros lugares de América Latina en porcentaje de presos por habitante:
Hay una cantidad de personas por situaciones leves, por situaciones que pueden ser tratadas en medio abierto, en la comunidad, con medidas alternativas, con medidas restaurativas y que sin embargo terminan muchos años en la cárcel e iniciando muchas veces un camino no solamente de violencia, sino de deterioro personal, de sus propias familias y de quienes los rodean.
Es un tema de reflexión: si queremos más seguridad, tenemos que pensar en centros penitenciarios que sean centros educativos y no un foco de violencia. Cárceles grandes son inmanejables, son despersonalizadas, no permiten tratamiento individualizado; se vuelven una fuente de problemas. Hay que repensar todo eso.
