La Justicia hizo lugar a un pedido de la Institución Nacional de Derechos Humanos. El menor estaba internado en el Inisa, tras ser operado de urgencia al recibir diez disparos.
Estuvo internado en grave estado en el CTI de una mutualista hasta que fue trasladado al centro de reclusión para menores mientras que es investigado por integrar una banda de narcotraficantes.
Una vez que lo trasladaron al Inisa, sus autoridades alertaron por el estado de salud del joven. Según dijo la presidente, Gabriela Fulco, debía estar en internación domiciliaria por su estado de salud y porque no existe ni riesgo de fuga ni alteración de prueba por el estado en el que se encuentra el menor de edad
La institución de derechos humanos lo visitó en varias ocasiones con médicos y psicólogos que constataron que su integridad física, seguridad y salud corrían riesgo en donde estaba
Es por eso que la institución resolvió presentar un habeas corpus correctivo ante la justicia, para que pudiera modificar la decisión y cumplir con la medida cautelar en prisión domiciliaria
El juez Alejandro Guido dispuso finalmente el traslado inmediato del menor a un centro asistencial de la capital. El juez resolvió hacer lugar al pedido porque fue lo que el personal médico recomendó y porque en el Inisa no había personal capacitado para atender al menor cuyo estado de salud continuaba siendo delicado.
