Una adolescente de 14 años murió de una infección generalizada luego de abortar hace un mes en Treinta y Tres

Desde "Mujer y Salud", Lilián Abracinskas denunció irregularidades, negligencias y vacíos en el sistema.

Este viernes Mujer y Salud dio a conocer un comunicado en el que explica lo ocurrido:

Desde la Red de acompañamiento feminista en aborto LAS LILAS pudimos confirmar que luego de haber pasado por el proceso legal de IVE en los servicios públicos del departamento de Treinta y Tres, en el mes de diciembre, una adolescente de 14 años falleció por septicemia en el hospital de la capital departamental. Luego de haber cumplido con el procedimiento que exige la ley, a la semana de abortar, ingresó a la emergencia hospitalaria y falleció a las 24 horas.

En la segunda semana de enero confirmamos que fue reportado el fallecimiento al Comité de Muerte Materna que funciona en la órbita del Ministerio de Salud, y que se ha hecho la denuncia en el sistema judicial por parte de la familia. Importa recordar que las causas que generan muertes durante el embarazo, parto, aborto o puerperio son, en general, evitables si se actúa adecuada y oportunamente desde los servicios de salud.

Quienes bregamos muchos años para que el aborto fuera seguro, legal, accesible y atendido de forma integral en el marco de servicios universales de salud sexual y reproductiva, hemos advertido en muchas oportunidades que tener una ley era necesario pero no suficiente. En el seguimiento a la implementación de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo hemos podido corroborar que el Sistema de Salud incorporó los servicios en todo el país (por lo menos en sus capitales departamentales y ciudades más numerosas) y que más de 65.000 mujeres en estos años transitaron sus abortos en servicios legales y con protección de su salud, como debe ser. Pero también hemos insistido en reiteradas ocasiones que hay falencias, problemas y vacíos que no han sido corregidos ni debidamente controlados para superar los obstáculos y mejorar la respuesta.
Con mucho dolor nos toca hacer pública esta situación.

Nos impacta el silencio ante lo sucedido, esperamos de las autoridades el compromiso público de llegar hasta las últimas consecuencias para explicarle a la familia y a la sociedad toda, qué fue lo que sucedió. Desde 2016 el país no registraba una muerte por aborto y es inaudito que pase con una adolescente a la que los equipos y servicios deberían haber atendido con mayor esmero y cuidado.

No hay palabras para consolar a su familia y amistades y esta muerte no debería quedar impune.
Necesitamos saber qué pasó, qué medidas reparatorias van a tomarse con la familia, qué sanciones se aplicarán a quienes sean responsables y qué correcciones tendrán los servicios para prevenir otra terrible situación como ésta. Ya es hora que hablemos nuevamente de aborto en nuestro país porque lejos estamos de haber resuelto el problema.

 


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