"Una síntesis de diferentes culturas del mundo": ¿por qué comemos huevos y conejos de chocolate en Pascua?

Lo interesante, asegura el antropólogo Nicolás Guigou, es que en una tradición cristiana como la Pascua se esconden en realidad múltiples influencias culturales.

¿Por qué comemos huevos y conejos de chocolate en Pascua? Esa fue la consulta que Telemundo le llevó al antropólogo Nicolás Guigou, quien aseguró que en esta costumbre se mezclan tradiciones religiosas y paganas.

Desde la resurrección, la celebración de la primavera, la llegada del cacao a Europa hasta mitos sobre conejos colados en la sepultura de Jesucristo, todo eso se podría integrar en la respuesta a la pregunta.

En cualquier caso, el chocolate está por estos días por todas partes. Antes de que llegue la Pascua la oferta de huevos y conejos de chocolate domina los comercios. La tradición indica que hay que romperlos y comerlos el Domingo de Resurrección según la religión cristiana, pero ¿por qué?

“El tema de intercambiar o regalar huevos viene de varias tradiciones paganas no cristianas, que el cristianismo tiene mucha facilidad para asumirlas, porque la imagen del huevo también está vinculada a la resurrección; entonces, de alguna manera, hubo una migración de los significados paganos”, explicó Guigou, y señaló que el regalarse huevos se daba porque “significaba la vuelta a la vida, la fertilidad el nacimiento”.

Originalmente se decoraban los huevos en esas culturas paganas, pero eran huevos de gallina. “Pintar los huevos es anterior al cristianismo. En varias culturas paganas ya se hacía”, explicó el antropólogo. 

Pero con la llegada a América y el descubrimiento del cacao, y la creación del chocolate, eso cambió. “Quedó la costumbre de endulzar esos huevos que se guardaban y hacerlos confituras. Ahí el chocolate pasa a ser el material fundamental para construir este huevo”, apuntó Guigou.

¿Y en qué momento se mezclaron los conejos con los huevos? “Hay varias tradiciones. Algunas tratan de vincular la presencia de los conejos con la resurrección de Jesús, por ejemplo: un conejo se habría quedado atrapado en la cueva donde a él lo enterraron, y cuando resucitó habría sido el primer ser en verlo”.

Lo interesante, asegura este investigador, es que en una tradición cristiana como la Pascua se esconden en realidad múltiples influencias culturales.

“Me parece muy rico el saber que es una síntesis de diferentes culturas del mundo. Eso es lo que estamos celebrando”, concluyó.


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