La propietaria de un kiosco ubicado al lado de un cajero todavía no recibió apoyo para reparar su local.
Este martes se cumple un año de la primera explosión a un cajero automático ocurrida en Uruguay, un hecho que inauguró una ola de asaltos con esa modalidad.
El primer cajero explotado fue el que se ubicaba en la puerta de un supermercado, en Pocitos, en las inmediaciones de Chucarro y Pagola, sobre las cuatro de la madrugada.
Desde ese momento, se llevaron adelante más de 60 asaltos mediante explosiones y 35 personas pasaron por la Justicia.
Una de las consecuencias de la explosión no fue subsanada: la destrucción de un local comercial ubicado al lado del cajero, también a la entrada del supermercado.
Telemundo dialogó con la propietaria del kiosco, quien espera que el banco al que pertenece el cajero se solidarice con lo sucedido.
