La mujer, de 35 años y madre de un niño de dos años, fue hallada en su consultorio odontológico con 28 puñaladas.
Luciana Bentancur tenía 35 años. Vivía en Pueblo Castellanos, un lugar de 600 habitantes cerca del cruce de las rutas 6 y 65, en el denominado Santoral de Canelones.
Queda casi a mitad de camino entre San Bautista y San Ramón. Allí tenía su casa y su consultorio de odontóloga.
En la noche del miércoles, cuando regresaba de Montevideo, pasó por la casa de sus padres en San Bautista a buscar su auto.
Recorrió entonces los siete kilómetros hasta su casa en Pueblo Castellanos. La última comunicación telefónica fue a las 22:00: habló con su ex esposo, que esa noche se había quedado con el hijo de ambos, de 2 años.
En la mañana de este jueves sus padres intentaron comunicarse con Luciana pero no pudieron. Le pidieron a una vecina que fuera hasta la casa. Lo hizo y minutos antes de las 11:00 la encontró tirada en el piso del consultorio.
Llamaron al 911 y a una policlínica cercana, pero sólo se pudo constatar su fallecimiento. Tiene 27 o 28 puñaladas, según las primeras pericias.
Los vecinos del pequeño pueblo se mostraron consternados por la muerte de la odontóloga. "Era buenísima, era una muy buena muchacha", dijo una de las vecinas. Otra mujer del pueblo dijo que lo que sucedió es incomprensible: "no hay con qué entender. Siempre fue querida, desde chiquita. Es más que querida". Otro hombre dijo que Luciana era compañera de su hija en la escuela y que la noticia lo "destruyó". "Tenía fecha para hoy para irme a atender con ella. Me enteré de esto en la mañana. Es muy triste para el pueblo, la verdad que nos mató", sentenció.
