El Ministerio de Agricultura investiga maniobras con caravanas de trazabilidad en otras partes del Uruguay.
Este tipo de maniobras fue detectado en setiembre 2018. Tras un allanamiento, se encontró que un productor rural tenía 5.528 caravanas de ganado sin colocar. Estas caravanas se usan en el proceso de trazabilidad vacuna, donde se sigue la ubicación y condición del ganado en el proceso previo a ir al frigorífico.
El caso
El caso más reciente involucró a trece empresarios que adquirieron ganado robado, unas 300 vacas preñadas propiedad de un empresario brasileño tenían contrato de pastoreo por seis meses. Esto implica que un productor en este caso procedente de Lascano se compromete durante ese tiempo a cuidar de los animales y tenerlos en su predio.
Cuando concluye el período y se reclama el ganado empiezan las evasivas que terminan con la confesión del productor local de que había vendido las vacas. Así en diciembre pasado el dueño de los animales hace una denuncia penal y se inician las investigaciones con la participación del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca para poder dar con el paradero de los animales.
El hombre que cometió el robo y luego vendió las vacas se suicidó al inició de las indagatorias, pero las pesquisas lograron dar en Rocha con 271 de las vacas robadas y revendidas y con 200 de los terneros nacidos de esas vacas.
Trece fueron los empresarios que se hicieron de los animales, los compraron al productor de Lascano sin chequear que la marca en la piel que lleva el ganado coincidiera con los datos electrónicos de las caravanas de trazabilidad. De haber comprobado la documentación se habrían dado cuenta que marca y caravana no coincidían.
La totalidad de las vacas encontradas serán entregadas a su dueño genuino tras arreglos alcanzados entre las partes o con Fiscalía de modo que el proceso judicial queda suspendido.
Sin embargo, dos de esos trece compradores no aceptaron indemnizar al dueño original por daños y perjuicios de modo que serán demandados en la Justicia Civil. Uno de ellos es el presidente de la Gremial Única de Taxi que acordó devolver las vacas, pero no pagarle la firma. Poco después, Dourado llegó a un acuerdo para indemnizar al dueño.
La versión del dueño original
271 vacas de las 300 volverán a su dueño y 200 terneros hijos de esas vacas que estaban preñadas cuando fueron vendidas ilegítimamente. De todos modos, el empresario estafado pretende que se le pague en calidad de daños y perjuicios. Con la mayoría de los implicados en el caso se alcanzó un acuerdo asegura su abogado Paulo Priliac:
Hubo trece personas formalizadas. La mayoría llegó a un acuerdo reparatorio como lo prevé el Código del Proceso Penal. Fue altamente satisfactorio para la empresa. En el marco de ese acuerdo, devuelven el ganado que estaba en sus campos, indemnizan a la empresa. Eso nos permite no hacer acciones civiles.
El único empresario que no llegó a indemnizar al dueño original vendría a ser demandado por daños y perjuicios aunque, según contó Priliac a Telemundo, buscarán un acuerdo para evitar tomar este paso.
Reacciones en el Ministerio
En el marco de esta situación, el MGAP investiga en otros departamentos del interior del país porque se encontraron maniobras con caravanas de trazabilidad ganadera.
“Lamentamos que existan individuos que conocen el sistema y lo usan de forma indebida. Por suerte es un sistema lo suficientemente robusto que permite detectar estas situaciones. La maniobra fue primero abigeato: apropiarse de ganado ajeno y el productor decidió venderlo. Los vendió con guía y dispositivos de identificación electrónica. Los compradores no constataron si la marca de la propiedad correspondía”, indicó el ministro interino de Ganadería, Alberto Castelar.
