También fue condenado el sicario que lo mató.
El 30 de enero del año pasado Javier Francisco Di María, un policía, sacaba su auto de un garaje en la calle José Hernández, en la Blanqueada.
Cuando se bajó a cerrar el portón se le acercó un hombre que llevaba un bolso y disparó tres veces. Una bala alcanzó a Di María en la cabeza y otra en el pecho.
El policía murió y el asesino corrió con el arma en la mano hasta la esquina de Emilio Raña, donde lo esperaba un auto en el que huyó.
La investigación determinó que en el auto estaba el hermano del policía, que había contratado al sicario para que lo matara por un conflicto intrafamiliar, que se arrastraba desde el 2017.
Desde entonces los acusados estaban en prisión preventiva. Ahora, tras un juicio oral, el juez Marcelo Souto accedió al pedido de la fiscal Mirta Morales.
M.R.D.M.B., el hermano, fue condenado como coautor de un delito de homicidio especial y muy especialmente agravado a la pena de veintiséis años de penitenciaría de cumplimiento efectivo, con descuento de la preventiva sufrida.
L.D.A.G., el sicario, fue condenado como autor de un delito de homicidio especial y muy especialmente agravado en reiteración real con un delito de porte y tenencia de arma de fuego en lugares públicos sin la debida autorización, a la pena de veintiséis años y seis meses de penitenciaría de cumplimiento efectivo, con descuento de la preventiva sufrida.
