Ahora la medida cautelar será hasta que sea dictada la sentencia, que todo indica que sucederá en febrero de 2020.
El fiscal adscripto Hugo Pereira argumentó que el acusado debe permanecer en prisión para no entorpecer la investigación. En la audiencia dijo que hay testigos que “continúan atemorizados” y ni siquiera quieren declarar en el mismo recinto que el imputado.
Agregó que si el acusado quedara en libertad podría intentar que los testigos “no declaren o lo hagan de manera falsa”. También alegó que habría riesgo para la seguridad de la familia Onrrubio y peligro de fuga.
El abogado de la familia, Germán Sfeir, coincidió con los argumentos de la Fiscalía por “el estupor y miedo” que existe en la comunidad de Rodríguez. Dijo que Pistón es “un peligro” y puede llegar a “defenderse de forma ilegítima”.
Carmelo Arocha, defensor de Pistón, discrepó con los argumentos de Fiscalía y reivindicó que su cliente es “primario absoluto”.
Finalmente, el juez hizo lugar al pedido de la Fiscalía, por lo que Gabriel Pistón seguirá en prisión preventiva hasta que esté la sentencia.
