Hasta el momento no hay rastros del cuerpo ni de las pertenencias de la mujer.
La búsqueda se había centrado el lunes en el entorno de la estancia donde el hombre, imputado por el femicidio, trabaja como alambrador.
Él y Amparo se habían conocido por whatsapp y se vieron por primera vez en diciembre pasado.
Él le regaló un caballo con la condición de que lo dejara en Sarandí Grande.
Cuando ella viajó desde Paysandú para verlo a fines de junio discutieron. Según él, ella se cayó de la moto y se desnucó. Él se asustó y la arrojó al Río Yi.
Sin embargo la justicia constató que discutieron y que él salió con ella en la camioneta para llevarla al ómnibus en el que regresaría a Paysandú.
Desde entonces nada se sabe de Amparo. En esos días el río comenzaba a crecer y, si bien ya está bajando, todavía no está en su cauce.
No se ha encontrado el cuerpo. Tampoco el bolso ni la mochila que, según el femicida, están atados a ella.
Sin embargo la policía amplió la búsqueda. Un perro traído de Tacuarembó buscó el rastro, a partir de ropa que llevaron familiares de Amparo.
Marcó varios puntos relacionados con las más de 24 horas que pasó en el establecimiento, pero las inspecciones de galpones y pozos no dieron ningún resultado.
Este martes el equipo de búsqueda se reunió y resolvió explorar otros lugares. Vecinos dijeron a la policía que es habitual que cuerpos que desaparecen en el río Yi demoren varios días en ser encontrados.
Este lunes por la tarde hubo una marcha pidiendo justicia por Amparo
