El Ricardito, presunto homicida, fue encarcelado por tenencia de drogas.
El cuerpo sigue sin aparecer. Y sin cuerpo, sostiene la justicia, no hay delito. Ni Ricardo Suárez alias El Ricardito, principal sospechoso de la desaparición de Nicolas Roverano (apodado "El Oreja"), ni los otros tres detenidos confesaron nada ante la jueza. Es más, los cuatro dijeron no saber nada del desaparecido desde hace tiempo atrás. Sin embargo, la Policía tiene la certeza que entre el "Ricardito" y parte de su banda mataron a Roverano e hicieron desaparecer su cuerpo.
La versión más firme proviene de un testigo encubierto que aseguró que al Oreja, le hiceron una cama. El 8 de abril Roverano fue citado por una mujer en la zona de la Fortaleza del Cerro. Allí lo esperaba esta banda, según indicaron desde la Policía. El testigo afirma que el Oreja fue torturado, asesinado y enterrado en los fondos de una casa. Hasta allí llegó la Policía pero no encontró más que tierra removida. Según el testigo, el cuerpo fue desenterrado y metido en bolsas de cal viva para eliminar todo rastro. Sin embargo, la Policía sostiene que algún rastro debe quedar.
El Oreja integraba la banda del Ricardito. Según la jerga criminal, era un perro. Testimonios brindados a la Policía, señalan que el desaparecido se habría quedado con un dinero que era de la banda y por eso lo mandaron matar.
Tras una larga indagatoria que resultó infructuosa en cuanto al posible homicidio, la jueza Blanca Riero procesó con prisión al Ricardito y a su pareja sin prisión por un delito de tenencia de estupefacientes, ya que al ser detenidos les encontraron varios gramos de cocaína. Ahora la Policía prosigue la búsqueda de pistas sobre este caso para volver a citar a declarar al ahora procesado.
