El comerciante atendía el lugar solo y la principal hipótesis es que intentó evitar la rapiña.
Todo ocurrió durante la noche del sábado, en las inmediaciones de Avenida de la Estación y Luis Alberto de Herrera, en la zona de Toledo, en Canelones.
Se presume que tres delincuentes llegaron en un auto negro: el conductor del vehículo se habría quedado frente al volante y los otros dos ingresado al almacén.
La esposa del hombre dijo a la Policía que escuchó tres disparos y que cuando llegó se encontró con su esposo herido y oyó a alguien que gritaba “¡nos vamos!”. Tras ello, intentó auxiliar a su marido, pero el hombre murió a los pocos minutos con un disparo en el pecho.
Del otro lado del mostrador estaba uno de los delincuentes, que también había sido baleado, pero todavía estaba con vida. Fue llevado a un centro asistencial, donde murió minutos más tarde.
El comerciante atendía el lugar solo y la principal hipótesis es que intentó evitar la rapiña. La Policía sospecha que los asaltantes esperaron el momento oportuno para llevar adelante el atraco: cinco minutos antes de lo ocurrido, el comerciante se encontraba con su hijo.
