Un crucifijo que el homicida perdió en el Kinko de Pocitos, fue clave para poder detenerlo y enviarlo a prisión

La noche del 29 de abril los dos delincuentes recorrían en moto la zona de Punta Carretas y decidieron ingresar al Kinko de Sarmiento y Obligado a robar, pero la rapiña terminó en el homicidio de Óscar Nicolás Pereyra, un joven delivery de 22 años.

Los dos autores de este homicidio se conocían desde hacía al menos tres años, cuando estuvieron recluidos en un hogar del Inisa.

La noche del 29 de abril recorrían en la moto de uno de ellos la zona de Punta Carretas y decidieron ingresar al Kinko de Sarmiento y Obligado a robar. Lo que iba a ser una rapiña, terminó con el homicidio de Óscar Nicolás Pereyra, un joven delivery de 22 años que resistió el atraco.

Después de cometer el asesinato los dos autores fugaron en la moto hacia la zona de Los Palomares de Casavalle. Allí vivía uno de los dos imputados por este crimen.

El autor material del homicidio se cambió de ropa y en una improvisada fogata en la calle Gustavo Volpe quemó la campera roja que tenía puesta durante el homicidio.

Sin embargo, en ese momento este joven tenía una preocupación mayor que deshacerse de las pruebas: había perdido una cadena con un crucifijo y estaba seguro que la había perdido durante el forcejeo con Nicolás.

Días más tarde la moto fue incautada durante una persecución y su dueño fue detenido y procesado durante los Operativos Mirador,  por extorsión y homicidio.

Mientras tanto, la investigación por el homicidio de Nicolás no avanzaba, aunque el fiscal Juan Gómez tuvo siempre un as en la manga: el crucifijo que fue encontrado en el lugar de los hechos y del que nadie, ni siquiera la prensa, supo de su existencia.

La fiscal Mónica Ferrero a cargo de los Operativos Mirador fue quien obtuvo el dato fundamental para inculpar a los autores del homicidio.

Testigos protegidos contaron la preocupación del autor del homicidio por ese crucifijo. Fue así que pudo ser detenido y tras las pruebas de ADN correspondientes, se pudo colocar a este joven en la escena del hecho.

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El fiscal Juan Gómez calificó el hecho como de difícil resolución, pero finalmente se pudo condenar a los dos autores del asesinato de Óscar Nicolas Pereyra de 22 años. Ambos tienen 20 años de prisión y uno de ellos ya estaba recluido en el Comcar por delitos de homicidio y extorsión.

Para los dos la imputación es por un delito de homicidio muy especialmente agravado, por lo que según dijo el fiscal, habrá una pena no menor a 20 años de cárcel.

Juan Gómez contó en rueda de prensa las dificultades que surgieron para poder aclarar este hecho.


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