Un joven de 20 años fue asesinado en Casavalle de un tiro en la nuca, era un líder de "Los Chingas"

Hay cuatro hombres detenidos por el crimen, ocurrido en las inmediaciones de Aparicio Saravia y San Martín a las dos de la madrugada.

El “ejecutado”, porque recibió un disparo a “cuerpo tocante”, es decir, se apoyó el arma sobre la nuca, es uno de los integrantes de Los Chingas, el grupo criminal que ocupaba viviendas en ese barrio.

Desalojaban por la fuerza a sus legítimos ocupantes y luego las vendían o las usaban para actividades criminales, como por ejemplo comercializar drogas. Fueron desalojadas 65 familias, que representaban 218 personas.

“Los Chingas son un grupo familiar vinculado a la delincuencia que evolucionó en su modalidad delictiva al vincularse al narcotráfico y luego a la distribución de drogas. La familia Sosa tenía como “referente” al abuelo Waldemar, quien fuera asesinado por uno de sus nietos, luego de una discusión sobre el  futuro del clan familiar. Según los testigos de la propia familia, Jairo mató a su abuelo “para que los Chingas siguieran existiendo”.

También increíblemente se las alquilaban a delincuentes que debían “fondearse” en algún lugar. Eran muchas viviendas que estaban comunicadas. Era fácil escapar si caía la Policía.

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En 2018 fue a prisión por homicidio y tráfico interno de armas.

En octubre del mismo año luego de amenazar a un interno en su celda y divulgar un video fue procesado por apología del delito.

Estaba libre desde agosto de 2020.

En octubre 2018 luego de amenazar a un interno en su celda y divulgar un video fue procesado por “apología del delito”. Es decir, cometió un delito dentro de la cárcel.

Braian Sosa amenazó de muerte al quien en la pasada administración fuera el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, Gustavo Leal.

Braian era sobrino de Mónica Sosa. Mónica lideró el grupo criminal. Cayó en 2017. Fue procesada sin prisión como coautora de un delito continuado de extorsión en diciembre de ese año.

En Agosto de 2018 fue condenada por un delito de usurpación, hurto de energía y hurto de agua potable. Fue liberada en marzo del 2020.

Era hijo de Marcelo Sosa, que fue asesinado el 14 de julio de un tiro en la cabeza y luego lo prendieron fuego. Tuvo 12 procesamientos con prisión siendo el primero en el año 1993. Luego volvió a la cárcel en 1996, 1998, 1999 (ese año fue condenado en tres oportunidades), 2011, 2004, 2008, 2010 y 2011. Los diez primeros fueron por hurto y receptación y el décimo primero, por suministro de estupefacientes. Lo encuentran prendido fuego y en una bolsa. Su familia lo había denunciado como desaparecido el 12 de julio.

Es Jairo Sosa, otro líder chinga de 23 años. Está en prisión por homicidio y tráfico de armas. En prisión por homicidio y tráfico de armas. Fue condenado a 8 años y medio de prisión.

 

 


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