Para ser neurocirujano, hay que estudiar muchos años, tener un pulso perfecto y muchísima precisión, trabajar sin parar, practicar cada movimiento y hacer cirugías de horas. Pablo Pereda está convencido de que ninguna de esas cosas es la más difícil del oficio: donde se juega el partido más difícil es en la parte humana.
Vivir, capítulo doce: Superpoder y debilidad
Las Más Vistas
-
UTE fijó nuevas tarifas para carga de vehículos eléctricos a partir de mayo; aplicarán cargos a quienes dejen el auto... -
Autoridades intimaron a que se detengan obras en terreno costero de Ocean Park; no tiene autorización y se constató afectación... -
Incorporación de tres semáforos, un radar y reducción de la velocidad máxima permitida: cambios en la rambla por la nueva...