Deep Web

La web profunda es el hogar de muchas mentes perturbadas que amparadas en el anonimato navegan por los rincones más turbios de internet buscando hacer cosas terribles.

Por un intrincado laberinto de fibras ópticas tendido entre los con tinentes circulan a cada instantes millones de mensajes entre personas de los más distantes puntos del planeta. No cabe duda de que internet es una realidad tecnológica que ha cambiado para siempre nuestras vidas.

Un turista que pasea en París le toma una foto a la Torre Eiffel y la comparte con sus amigos en España. Mientras tanto, un viajero que aguarda su avión en un aeropuerto de California mantiene vía Skype una distendida charla con sus familiares en Perú.

La web mundial se parece mucho a un enorme cerebro con millones de computadoras conectadas entre sí como si fueran neuronas. Pero así como el subconsciente subyace a la conciencia de nuestra mente, muchos se han preguntado si debajo de esta enorme web no habrá otra. Una red mucho más profunda e invisible. Fue así como se empezó a hablar de la deep web. Poco se conoce sobre ella pero lo cierto es que existe y todos aquellos que quieran navegar por los rincones más oscuros y peligrosos de internet sí o sí terminarán en la deep web.

No se necesita apelar a lo sobrenatural para ver cosas realmente tenebrosas, inclusive para los más grandes horrores uno puede apelar a la vida real. La deep web es la internet profunda. Lo que usualmente utilizamos representa una parte ínfima de la web, ya que un 90 o 95% del contenido está en la deep web. No se puede acceder a través de un buscador normal, ya que necesitas un programa especial para acceder. Hay varios, pero Tor es el más utilizado. Es un programa especializado en camuflarte y garantizar tu anonimato. Nadie sabe si la persona que está conectada está en Japón, en Estados Unidos o dónde sea y tampoco sabe a qué se dedica. La deep web es peligrosa y terrorífica por una razón muy concreta: ahí se trafica diariamente material ilegal, atroz, por el que la policía te perseguiría.

La deep web no conoce moral. Allí diariamente se trafica pornografía infantil, se venden y compras todo tipo de drogas y mucho más. Hay quienes dicen que allí se encuentra lo que se quiere encontrar.  Incluso, en su nivel más profundo es donde creen que se encuentran las redes gubernamentales con acceso ultra restringido.

Para pertenecer a determinadas páginas las personas tiene que llevar pruebas de sus intenciones, como sucede en los grupos cerrados. Incluso tienen su propia moneda, Bit Coins. Esa criptomoneda funciona con un código, no hay nombre, ni cédula, ni ningún tipo de identificación posible. Dross Rotzank, uno de los narradores que nos acompañó durante todo el ciclo, subió un video que explicaba cómo funcionaba este mundo. Pocas semanas después se enteró que le habían puesto precio a su cabeza.

Seguramente algunas personas luego de ver este informe, estén pensando en ingresar a la deep web. Pero es recomendable que no lo hagan, porque se dice que en este mundo oscuro, oculto y misterioso navegan atormentadas miles de voces anónimas.


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