Final agridulce en la cumbre mundial sobre el cambio climático en Madrid

Se logró un consenso para pedir un aumento en 2020 de las metas nacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

La comunidad internacional logró acuerdos mínimos en la llamada COP25, la cumbre mundial sobre el cambio climático. Dos intensas semanas de negociaciones no permitieron reunir a los casi 200 participantes de la conferencia de la ONU en Madrid para tomar compromisos ambiciosos ante el cambio climático. Aunque sí se logró un consenso para pedir un aumento en 2020 de las metas nacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, en 2019 siguieron aumentando.

Lo que habría que hacer según la ONU es reducirlas de 7,6 % anual entre 2020 y 2030 para lograr la meta de + 1,5 ºC.

Grandes países emisores como China, India y Estados Unidos, se habían resistido a comprometerse a ello. Solo la Unión Europea había dado un paso al frente al aprobar alcanzar la neutralidad carbono en 2050, pero, entre las grandes potencias, se encontró sola luchando por medidas más ambiciosas, junto a los países más vulnerables.

“Esperábamos tener el empuje al nivel que necesitamos. La Unión Europea ha dado algunos pasos muy relevantes que nos permitirán hacer lo que decimos y pedimos: elevar nuestra ambición el próximo año, lo que hemos estado exigiendo a todos”, dijo Teresa Ribera, ministra de transición ecológica de España.

Los países insulares amenazados por la subida del nivel del mar no ocultaron su frustración.

La regulación de los mercados de carbono, el último capítulo que permanecía abierto del Acuerdo de París y que ya no pudo resolverse en la COP24 por la oposición de Brasil, quedó nuevamente aplazado.

“Esta conferencia en Madrid es realmente un punto negativo para todo... sobre el cambio climático y ahora le corresponde a la Unión Europea con el acuerdo verde seguir adelante con una visión clara de una economía neutral libre de carbono y sentar un precedente para otras economías regiones para salir de esta espiral de descarga en las negociaciones”, sostuvo el jefe de políticas climáticas de Greenpeace, Martin Kaisser.

Brasil, y esta vez Australia también, fue nuevamente acusado de buscar un "doble conteo", es decir, poder anotarse una reducción de emisiones incluso cuando las vende, lo que dejaría sin efecto el propósito del mecanismo.

Los expertos advirtieron que si esta situación no cambia" antes de la COP26 a finales de 2020 en Glasgow (Escocia), la meta de limitación de calentamiento "resultará casi imposible".

Al ritmo actual de emisiones, la temperatura mundial se elevará 4 o 5 ºC a finales de siglo, mientras que la "seguridad climática" solo se logrará limitando el aumento a menos de 2 ºC e idealmente a 1,5 ºC.

La COP25, la más larga de la historia, culminó en la tarde del domingo 15, después de dos días de negociaciones extendidas en temas claves que no pudieron cerrarse el viernes. Pasaron horas de reuniones, anuncios de plenarios de cierre que fueron aplazados y conferencias de prensa que entregaban poca información nueva. Finalmente, la cumbre cerró con un mensaje de los países de mejorar su ambición de cara al 2020, pero con la ausencia de los que eran los temas claves, como los mercados de carbono y la compensación por eventos climáticos extremos, que seguirán discutiéndose el próximo año.


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