"No crean aquellos que la están pasando mal que nosotros no prestamos atención"

En entrevista con Código País, el ministro de Economía Danilo Astori habló de la desaceleración que atraviesa Uruguay.


Usted estuvo en julio, han ocurrido cosas importantes en este lapso. Ha habido una caída de las exportaciones, la inflación está por encima del rango meta del gobierno, el índice de confianza del consumidor lleva seis meses consecutivos de caída (...) ¿Cómo evalúa el Estado la situación de la economía?

Es una economía que está desacelerada, Uruguay sigue creciendo. Por la sequía, cae la producción de energía eléctrica. Esto está superado por el cambio climático. Uruguay en el primer semestre de este año creció 2,2 %. Esto nos lleva a mantener la previsión para este año. Respecto a las exportaciones, el índice de volumen físico de las exportaciones no ha caído, en ningún momento cayó, lo que puede haber ocurrido es que haya crecido menos. Pero las exportaciones en especies no cayeron nunca. Tienen un ritmo coherente con la desaceleración que se vive. Vivimos esos tiempos, mantenemos nuestra previsión de crecimiento, trabajamos por ella, y sobre todo vemos que los números de inversión no son malos, son números alentadores.

¿En qué sectores por ejemplo?

En diversos sectores, que van desde la agroindustria alimenticia, hasta los servicios. El grupo Enjoy Conrad acaba de anunciar una inversión de 220 millones de dólares. También nuevas industrias que están creciendo en nuestro país, como la farmacéutica o la audiovisual.

¿Usted reafirma que va a llegarse al crecimiento del 2,5%?

El promedio es algo mayor a la previsión actual porque hacia el final del período estamos previendo acercarnos al 3 % del crecimiento. En el contexto actual, nos parece un buen número y un número cauteloso. Es un número que nos va a permitir, si tenemos oportunidad de hacerlo, corregir al alza. A mí nunca me tocó corregir una previsión a la baja, nunca, de ninguna variable económica. Y espero que esta no sea la excepción.

Si Uruguay deja crecer el dólar, aumenta la competitividad, pero se dispara la inflación ¿cómo lo observa?

La competitividad del Uruguay no depende solo del tipo de cambio, es uno de los componentes que hay que tener en cuenta. Creo que es un error renunciar a algún objetivo en beneficio de otros. El país no puede renunciar a los objetivos. Decir por ejemplo: "Dejo que el dólar se dispare", constituiría un profundo error. Yo no conozco ninguna política fiscal sana en un país con inflación. No conozco casos en que se alienten programas de inversión en un contexto inflacionario. Por lo tanto, creo que tenemos que seguir proponiéndonos trabajar sin dejar ningún objetivo por el camino y manejando todos los elementos equilibrados.

El presidente de la ARU planteaba la necesidad de un dólar entre $32 y $34 para mantener la competitividad...

Yo escuché esa opinión y escuché otras. Nosotros no tenemos una política cambiaria de definición de tipo de cambio, tenemos la siguiente decisión: ir acompañando gradualmente las tendencias internacionales sin transmitirle a la sociedad uruguaya efectos que provienen de factores circunstanciales o que no responden a los fundamentos. Por ejemplo: en el Uruguay en los últimos días hubo instituciones cambiando sus portafolios, demandando dólares, por ejemplo las AFAP, y devolviendo o deshaciéndose de su endeudamiento en moneda nacional o en UI. Endeudamiento que a su vez había contraído el BCU con ellas al colocar deudas de corto plazo. Pero la demanda de esas instituciones pesan en el mercado y transmiten un factor que es circunstancial. Otro factor circunstancial es la situación de Brasil. Nuestra política cambiaria intenta no transmitir a la sociedad esos factores. Así como el tipo de cambio estaba muy bajo y el BCU salía a comprar dólares, ahora que tuvo saltos salió a venderlos.

¿Es grave la situación de Brasil?

La situación de Brasil es preocupante, está afectando a Uruguay hace tiempo. Las compras de Brasil de productos, de bienes sobre todo uruguayos, ha caído. China ha pasado a ocupar el lugar de Brasil en compra de bienes. En servicios no ha caído tanto la demanda brasileña. Por otra parte, hay una situación política delicada. Eso tiene un efecto que se transmite al interior de Brasil y más allá, a todo el vecindario. Ha tenido impacto en Uruguay.

¿Tiene previsto el Ministerio de Economía aplicar algún tipo de medida para defender a los comerciantes de la frontera?

Hay programas de estímulo, como por ejemplo el del combustible. La Dirección de Aduanas de Uruguay está haciendo un trabajo muy riguroso de protección al comerciante y al productor de Uruguay. De todas maneras, nosotros estamos muy preocupados. En defensa de esos pequeños comerciantes es que está actuando Aduanas, tenemos que mejorar su trabajo y sus resultados. Nosotros estamos preocupados por el tema, lo analizamos y no descartamos ninguna medida al respecto. No estamos desentendidos de la situación.

¿Cree que los acuerdos de precios son una buena manera de combatir la inflación?

Los acuerdos de precios ayudan y les puedo adelantar que tenemos prevista una reunión para la próxima semana con los mismos representantes con los que realizamos el último acuerdo. En todos los casos los resultados fueron positivos. Los acuerdos de precios no solucionan las presiones inflacionarias pero inducen, dan señales, dan indicios de que el gobierno está trabajando fuertemente por tener una inflación en descenso y eso genera conductas no inflacionarias. Hay mediciones de la evolución del índice de precios de los productos, y esas evoluciones fueron buenas.

El Pit-Cnt pide que ese acuerdo se asemeje al argentino, que es a más largo plazo. ¿Existe la posibilidad?

No lo creo, lo digo con sinceridad. Ese tipo de acuerdos puede generar algunas distorsiones e inconvenientes que pueden llegar a perjudicar la estabilidad macroeconómica del país. No veo posibilidad de que los actores acepten reglas de juego como las que están vigentes en Argentina. No lo veo factible.

¿Le han sorprendido las movilizaciones que han ocurrido?

Obviamente los trabajadores de las diferentes ramas tienen todo el derecho a defender sus aspiraciones, yo respeto mucho esas movilizaciones. Prefiero no hacer juicios de valor al respecto. Creo que tenemos que mantener relaciones muy correctas y de diálogo, pero de independencia. Son parte de esta discusión que se genera sobre todo en tiempos de análisis y de resolución presupuestal. Hay que saber entender.

¿Qué pasa cuando la bancada del FA no vota algún artículo del presupuesto?

Lo lamento muchísimo, obviamente hay que comprender la actitud de todos los legisladores. Además de las opiniones de los legisladores, importa a mi juicio la fortaleza del partido. A mí me parece que la fortaleza de los partidos, su buen funcionamiento interno, su discusión de los temas, su resolución democrática y su acatamiento disciplinado, a mí me parece que hay que actuar en consecuencia.

¿Le parece que hay que castigar a estos legisladores?

No me corresponde a mí castigar a nadie. Yo lo que digo es que lo lamento. Yo nunca, habiendo discrepado muchas veces, violé la disciplina partidaria. La disciplina partidaria no se aplica, se profesa, y nosotros la hemos profesado siempre.

¿Cómo ve la situación del FA ahora?

Yo lo lamento porque me preocupa. Pero pienso que el FA tiene la suficiente fuerza como para sentarse a conversar y buscar superar las diferencias por la vía del diálogo, de la comprensión y de ponerse en el lugar del otro. Eso es lo que yo prefiero a la represión o al castigo o a la aplicación de sanciones. Hasta ahora creo que no se ha hecho lo suficiente desde el punto de vista de la fuerza partidaria. Creo que hay que ir más allá y plantearlo como tema del partido.

Eduardo Lorier habló de "viejos conocidos que ponen en riesgo el papel del FA cuestionando los comité de base": ¿se siente aludido?

De ninguna manera, los comité de base son una parte del alma del FA, tenemos que hacer que funcionen correctamente. Con presencia militante, con discusión y con análisis. No caer en la autocomplacencia de decir: todo esto funciona bien, no hay nada más que hacer. El FA necesita acortar la distancia que hay entre la estructura partidaria y lo que piensa el pueblo y la gente. ¿Cuál es la manera? Convocar a que la gente vaya, que discutan. Esto no significa decir que los comité de bases son malos, significa decir: hagamos que funcionen mejor.

Desde la oposición se ha dicho que el 2,5% es demasiado optimista. El presidente de la Cámara de Comercio, Carlos Perera, en Código País: "Este presupuesto con las bases que tiene y con lo que ya sucede en la región, nos va a traer un aumento de impuestos". ¿Qué opina?

Discrepo casi en su totalidad con esta opinión. No hay una lectura correcta de las cifras. El país sigue creciendo más allá del efecto Montes del Plata. Discrepo porque esta opinión no está al día con las cifras de inversión que son el único camino genuino para crecer. El crecimiento es la piedra angular para hacer compatibles los propósitos con las restricciones fiscales que tiene el país y que tiene que cuidar mucho.

Hoy se conocieron las cifras de desempleo...

La desocupación tuvo un leve incremento para nada dramático y coherente con la desaceleración. La cifra está absolutamente en línea con la desaceleración. Vamos a trabajar por volver a disminuir la tasa de desocupación. Sobre este tema quiero señalar que el objetivo empleo debe tener una jerarquía muy alta en las negociaciones salariales. En esta negociación salarial hay que pelear las dos cosas: el aumento salarial y el puesto de trabajo. Lo que propone el gobierno en los lineamientos que hemos transmitido es: démosle jerarquía al objetivo empleo, similar al objetivo de mejora en el poder adquisitivo.

Muy pocos acuerdos han acordado en esta ronda salarial...

Sí, pero muy importantes, en la salud y el transporte. La velocidad de avance de los acuerdos ha sido menor que en otras oportunidades. Probablemente la mayor lentitud está asociada al hecho de ir ganando conciencia del significado de estos lineamientos. Es la primera vez que se hace una negociación salarial invitando a los sectores a calificarse como sectores. Esto es muy importante para ser flexibles.

¿Cuál es su mensaje a la gente que lo está mirando, que ve que las cosas están más caras y que perdió confianza?

Le digo que reconocemos los problemas, que nos ponemos en el lugar de ellos y reconocemos que tenemos presiones inflacionarias que desajustan los precios en contra de los intereses de la gente, que tenemos un descenso de las fuentes de trabajo -para mí no dramático- pero que no crean aquellos que la están pasando mal que nosotros no prestamos atención a esta situación. Y les digo que estamos trabajando en un país que lucha por seguir creciendo, que es un país que es calificado por los esfuerzos que está haciendo, por encima de los países de la región. Uruguay es el país mejor calificado por lejos, de la región.

¿Va a haber rebaja del combustible?

Ojalá ocurra eso, no hay definiciones al respecto en el corto plazo. Pero ojalá este país tenga costos de producción más baratos, que los necesita. Y esto tiene que ver con la competitividad.

Se lo vio enojado con sus colegas...

Nunca estoy enojado, nunca voy a estar enojado. Los respeto muchísimo y los leo a todos. Es bueno saber lo que piensan los demás y tratar de formar una opinión que se enriquezca aún en la discrepancia. La economía no se encierra en un cubo de ensayo, es una actividad humana. Yo integro un gobierno, a veces me preocupan expectativas que generan conductas contradictorias. Si yo hablo todos los días de que va a ocurrir un impacto negativo y no tengo mucho fundamento para hacerlo e insisto y lo repito una y otra vez, termino contribuyendo para eso. No hay enojo, hay respeto.

 


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