La entrada en la campaña del expresidente Lula da Silva -compañero de la mandataria en el Partido de los Trabajadores- inclinó la balanza en contra del rival Aécio Neves.
Dilma Rousseff se valió del apoyo de Lula da Silva para acelerar en la recta final de la campaña por las elecciones nacionales de Brasil. “¿A quién le interesa disminuir el papel que desempeñan los bancos públicos? Esa idea solo interesa a aquellos que tienen una visión muy estrecha de la realidad de Brasil, o aquellos que quieren beneficiar al sector privado, que cobra más y no financia los programas sociales”, afirmó la presidenta actual.
Aécio Neves, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña, perdió un poco de terreno en los últimos días por el avance de Dilma, pero la contraatacó por el lado de la corrupción en un gobierno desgastado por doce años de estadía en el poder.
Las últimas encuestas dan un 47% a Dilma Rousseff, un 43% a Aécio Neves -que hasta hace unos días lideraba-, y un 6% de indecisos.
