También hay 7.500 heridos y se espera que los números continúen aumentando.
Casi todas son malas noticias por ahora en Nepal. Los precarios campamentos en los que la población ha ido encontrando refugio sufrieron anoche la llegada de la lluvia, que se espera que continúe durante las próximas horas. Miles de personas permanecen en las calles o en alguno de los quince campamentos habilitados por el gobierno en Katmandú, la capital nepalí, por temor a que las estructuras de sus hogares colapsen. En Gorka, el distrito donde estuvo el epicentro del terremoto, no queda nada en pie.
Según Unicef, casi un millón de niños necesitan ayuda urgente, miles de ellos duermen a la intemperie con sus padres y el riesgo de propagación de enfermedades es elevado. Las muertes totales superarían las 4.000 personas y las autoridades temen que alcancen las 5.000.
La lluvia de estas horas no solo dificulta la situación de la población, sino también la llegada de ayuda al aeropuerto de Katmandú. Allí también muchos extranjeros hacen cola a la espera de un vuelo.
La réplica del terromoto de 6,7 grados en la escala de Richter de este domingo, una de las más de cuarenta que se han producido desde el sábado, terminaron de acercar las ya golpeadas comunicaciones en el país. Los servicios de internet y telefonía móvil están caídos en Nepal, donde solo algunas líneas de telefonía fija están activas.
Las autoridades nepalesas trabajan en la remoción de escombros de Katmandú, en la re apertura de rutas en el valle central del país, la zona más afectada por el terremoto. También intentan estabilizar el suministro de energía eléctrica, que actualmente se encuentra aun 75%, según fuentes de la compañía eléctrica.
Nepal solicitó ayuda internacional de todo tipo para poder dar respuesta a las necesidades de la población y a las tareas de rescate. Varios países mandaron ya equipos de rescatistas y la comunidad internacional se moviliza para hacer llegar toneladas de suministros y ayuda al país. El Banco Asiático de Desarrollo anunció que concederá doscientos millones de dólares a Nepal, además de los tres millones inmediatos para las tareas de ayuda humanitaria.
