El mandatario ruso pretende mantener en el poder al presidente Al Assad, mientras que su par francés busca su salida.
Los presidentes de Rusia y de Francia se reunieron este viernes para acercar posiciones acerca de la intervención militar en Siria, comenzada con bombardeos tres días a atrás por la gigantesca nación euroasiática, que defiende al gobierno autoritario de Bashar Al Assad. Tanto Vladimir Putin como François Hollande se mostraron fríos en su saludo para las fotos de los periodistas.
Durante una hora y cuarto, Hollande y Putin discutieron sobre las tres condiciones requeridas por Francia para cooperar con Rusia: atacar al Estado Isámico y Al Qaeda y no a los rebeldes que se levantaron contra Al Assad antes del surgimiento de los yihadistas, asegurar la protección de los civiles e implementar una solución política que contemple la salida del presidente sirio. No ha trascendido el resultado de la reunión.
Por otro lado, este viernes la comisión liderada por Estados Unidos que combate al EI reclamó a Putin que cese los ataques contra los opositores en Siria y se centre solo en los yihadistas.
