Turquía tiene a 35.000 refugiados sirios trancados en su frontera y la UE le pide que los deje entrar

Los bombardeos en la ciudad de Alepo han expulsado a decenas de miles de personas, pero la situación de Turquía es delicada.

La Comisión Europea volvió a pedir a Turquía que abra sus fronteras para permitir la entrada a los más de 35.000 refugiados sirios que huyen de los devastadores bombardeos en la ciudad de Alepo, que una vez fue la capital económica del país.

Mina Andreeva, vocera de la Comisión, sostuvo que hay una "obligación legal, por no decir moral, de ayudar a los que necesitan protección y a los demandantes de asilo", algo contemplado en la Convención de Ginebra.

Turquía se encuentra en una situación delicada y es también un aliado imprescindible del bloque europeo y de la coalición internacional que lucha contra Estado Islámico y su influencia en Irak y Siria. Acoge a dos millones y medio de refugiados de la guerra en ese último país. La Unión Europea prometió destinar US$3.000.000 a Turquía para frenar el flujo de refugiados.


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