Análisis político: la pulseada entre el gobierno y los gremios de la educación

Está en juego el futuro de la enseñanza y la profundidad a la que puede llegar una reforma.

El lunes pasado, el gobierno declaró la esencialidad en la educación y una situación que venía tensa en el rubro ya desde el comienzo del período de Tabaré Vázquez en el poder se volvió todavía más complicada. Según el análisis de Alfonso Lessa, la cuestión tiene no solo que ver con los salarios de los docentes, sino que involucra el futuro de la enseñanza toda y la profundidad a la que puede llegar una posible reforma.

Al recurrir a la esencialidad, el Ejecutivo jugó muy fuerte y los gremios reaccionaron con dureza y consiguieron una movilización enorme; pero el presidente también asumió riesgos. Por las reacciones dentro del Frente Amplio, parece que el presidente Vázquez no ha logrado la unanimidad del apoyo del partido, algo que se vuelve más evidente al ver la reacción de un movimiento sindical siempre cercano a la coalición de izquierda.

El PIT-CNT abrió una puerta en ese sentido cuando recomendó a los gremios docentes que aceptaran la propuesta del Ejecutivo de levantar esencialidad y paros a la vez, pero estos se mantuvieron en su postura de protesta. Mientras tanto, diversos sectores del FA se desmarcaron del presidente y arriesgaron a dejarlo solo, lo que llama la atención en particular en el caso del MPP, liderado por un hombre que ha sido muy duro con los gremios de la enseñanza como es el presidente José Mujica. Más cuando según informó Búsqueda, Mujica fue consultado sobre la decisión de poner la esencialidad sobre la mesa y estuvo de acuerdo.

En esta situación se cruzan muchas cosas: intereses salariales, roces políticos, la interna del FA y la interna de los sindicatos, con alas radicales no frenteamplistas. La salida del conflicto no parece nada clara y ha conseguido dejar a la vista varias grietas tanto en el Frente Amplio como en el sindicalismo.

Hogue apuntó al mismo tema en su espacio de humor.


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