Algunos de los refugiados ya piensan en casarse con una uruguaya musulmana

Un equipo de Telemundo pasó el domingo con los refugiados de Guantánamo. Los hombres revelaron aspectos de sus vidas.

En muy pocos días la vida de los seis expresos de Guantánamo cambió radicalmente. En la madrugada del domingo 6 de diciembre aterrizaban en Uruguay poniendo fin a un duro periplo de más de una década, recién allí les quitaron los grilletes.

El shock de la liberación y el contraste cultural los agobiaron al comienzo pero rápidamente han comenzado a superar la situación con sus diferentes vivencias.

Uno se acaba de enterar que perdió un hijo de 15 años en la guerra, otro no sabe nada de su familia. Algunos ya esbozan planes futuros en Uruguay. Dos periodistas de Telemundo: Martín Sarthou y Alfonso Lessa pasaron el domingo pasado todo el día con ellos.

El informe de Martín Sarthou:

El fin de semana pasado fue una fiesta para estos seis hombres acusados por Estados Unidos de diversos presuntos delitos. El sábado fueron a un campo y el domingo a la costa de Canelones donde pasaron la tarde preparando un cordero a su estilo y luego fueron a la playa.

En el campo eligieron un cordero y luego disfrutaron de algo que hace mucho tiempo no tenían, para algunos de ellos incluso era la primera vez que pisaban pasto. El domingo temprano fueron a una feria de la Costa de Oro, algunos vecinos los reconocieron y les pidieron fotos. La profesora de Español los acompañó.

Pasado el mediodía en el fondo de una casa de la zona sacrificaron a un cordero, lo faenaron y lo asaron en trozo. También prepararon las ensaladas. El encargado de la faena es carnicero de profesión, el asador vivió en Italia y es hincha del Milan. Por estos días no quieren cámaras de televisión pero cinco de los seis aceptaron ser fotografiados.

Solo el sirio nacido en Líbano no quiso registros de ningún tipo, su caso es uno de los más famosos del mundo por haber hecho huelga de hambre y por haber sido obligado a alimentarse mediante tubos en la nariz por lo cual inició juicio a Estados Unidos.

Llegó a Uruguay en silla de ruedas y hoy camina con muletas. En Uruguay se enteró de una tragedia: su hijo mayor de 15 años murió en la guerra en Siria. Algunos lograron contactar a sus familiares, otros aún no.

En prisión podían ver televisión con censura. Ante preguntas sobre su pasado esquivaban respuestas y recurrían a metáforas religiosas. En principio se quedarán en Uruguay porque no tienen lugar a dónde ir.

En todo momento se mostraron agradecidos con el pueblo uruguayo, con el gobierno y especialmente con José Mujica. Algunos piensan en casarse con alguna uruguaya musulmana y otros en establecer un restaurante.


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