Laura Raffo analiza y explica cómo se consolidó el crecimiento y qué se puede esperar para el 2018.
El Banco Central publicó los datos oficiales de PBI de 2017. La economía uruguaya creció 2,7 % en el año.
¿Cómo nos deja parados para 2018 y de dónde veníamos?
Los datos de PBI estuvieron en el entorno de lo esperado y confirmaron que la economía uruguaya eludió el estancamiento sufrido en 2015, tuvo una recuperación leve en 2016 y consolidó el crecimiento en 2017.
Los sectores más dinámicos fueron transporte y comunicaciones, junto con comercio y turismo.
En los que hubo mayor contracción fue en construcción e industria, explicada por el cierre por mantenimiento de la refinería de Ancap.
Pese a este dato global positivo, la sensación a nivel de las familias y de los empresarios no es de euforia. ¿Qué está sucediendo?
Lo que está pasando es que el crecimiento está siendo muy desigual por sectores e incluso dentro de un mismo sector hay desigualdades por empresa.
En las familias juegan dos factores: por un lado el salario real se recuperó y el dólar está barato, lo cual incentiva al consumo, pero por el otro se sabe que el desempleo está alto y que el mercado laboral no está fácil.
En este entorno las expectativas del consumidor está en moderado pesimismo.
¿Y las expectativas de los empresarios?
Los empresarios ven una mejora clara en la economía uruguaya, pero creen que el clima de negocios no está mejorando.
La mejora del contexto macroeconómico no se vio reflejada en una evaluación más favorable de la situación general de las empresas.
Un 30 % espera que la economía esté mejor este año y un 15 % peor. la evaluación absoluta del clima de negocios es muy pobre desde una perspectiva histórica.
Pese a las expectativas de mayor producción y mejora de la rentabilidad el próximo año, las empresas se mantienen reticentes a expandir el empleo.
¿Cuál es el pronóstico de crecimiento de PBI este año?
Este año comenzó de manera positiva. Los datos ya disponibles muestran que las exportaciones de bienes fueron mayores que en los primeros meses de 2017, también hubo un aumento en el ingreso de divisas por turismo.
A nivel del agro sin embargo, preocupan los efectos de la sequía y hemos visto fuertes movilizaciones por temas de rentabilidad.
En el consumo y su efecto en el comercio, el dólar bajo va a favorecer que sigan creciendo algunos rubros.
De todas maneras, para 2018 se espera un crecimiento levemente por debajo de 2017.
