Se trata de la iglesia María Auxiliadora y la parroquia San José esposo de María.
En el caso de San José, el cura le abrió las puertas de su casa a un hombre al que, según los propios integrantes de la comunidad, se ayudaba con ropa y comida, cuando éste venía a colaborar en alguna tarea con la iglesia.
Lo asaltó con un cuchillo y lo hirió. El cura, está en su casa. Ayer fue trasladado al Círculo Católico, le realizaron algunas curaciones y fue derivado a su casa.
El segundo caso había ocurrido en la madrugada, cuando en la iglesia María Auxiliadora al menos una persona logró entrar y robar un poco de dinero y realizar varios destrozos.
Este es el testimonio de uno de los integrantes de la comunidad de la iglesia:
"El jueves cuando hubo reparto de ropas, que se hace una vez por mes, seguramente alguien se quedó escondido y buscó la manera de robar. No es que haya robado gran cosa, lo que lamentamos es que la ropa que se le facilitó para que pasara un poco mejor, después la encontramos tirada en el templo. Aprovecharon para hacer realmente daño, hubo vandalismo. En realidad no es que hayan llevado ni mucho dinero, ni mucha cosa, pero sí hicieron daño. Por eso lamentamos todo esto".
No son casos comunes, pero desde la iglesia católica afirman que cada vez suceden más seguido este tipo de hechos. Y ejemplificaban con un caso ocurrido el año pasado en Santiago Vázquez, en la iglesia de ese pueblo montevideano, que dos sacerdotes fueron asaltados a mano armada. En esa oportunidad además de robar el poco dinero que había, se robaron un rosario, un libro de liturgia y una estola.
También comentaron sobre el caso del cura párroco de Punta del Este que debido a una sucesión de robos debió cerrar la iglesia y la abre solamente para celebrar misa y para alguna ocasión especial.
