"Agua hay en abundancia pero la capacidad de distribución es una", afirmó el presidente de CAMBAU

Lacalle Pou anunció la exoneración de impuestos al agua embotellada en el marco de la emergencia hídrica que se declaró para el área metropolitana. La rebaja del Impuesto Específico Interno (Imesi) ya se aplicó vía decreto, pero resta el descuento del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que debe pasar por trámite parlamentario. Para hablar sobre este tema, recibimos al presidente del Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay (CAMBAU), Daniel Fernández.

La rebaja impositiva empezaría a aplicarse la próxima semana

Estaríamos hablando de casi 30 pesos menos. Hoy el bidón de agua está, a precios redondeados, 90 pesos los 6,5 litros, que con el IVA se va a 104 pesos. Estaríamos comprando el producto a 90 pesos, menos el IMESI que son unos 11 o 12 pesos.

El IVA y el IMESI están en todos los tamaños del agua envasada.

Empieza una vez que recibamos los pedidos sin impuestos. Todo lo que está hoy, hasta que no se venda, hasta el lunes o martes, no va a bajar.

Agua hay en abundancia, la capacidad de distribución es una. No ha crecido la capacidad de distribución en la proporción que sí creció la venta.

Hace treinta años la gente compraba un agua Salus cuando había un enfermo en la casa. Nadie tenía agua mineral en general. Hoy se masificó y hoy todos tenemos en casa un agua envasada. Hasta la gente más humilde y más carenciada.

Hoy hay un atraso de una semana en los pedidos. La gente llega y la recibe y sabe que la vende mañana. Se agota todos los días.

El bidón es algo sumamente incómodo para manejar en la casa, pero todos siempre buscamos el bidón.

El primer fiscal tenemos que ser los ciudadanos y exigirle al comerciante. Este tema está hoy en tapa en toda la prensa. Quiere decir que mañana cualquier ciudadano medianamente informado sabe que el agua va a bajar entre 20 y 30 pesos. Lo que hoy pagaba 140 pesos, el lunes, si se lo cobran, va a decir: ‘No seas malo, si te bajaron 30 pesos’. El comerciante del barrio es parte de los vecinos, en lo que no puede abusar es en las cosas de primerísima necesidad.


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