El lunes el presidente Lula reunió a los poderes públicos en la capital del país, en Brasilia, mientras unas 1500 personas fueron detenidas tras la invasión a las sedes del congreso el domingo. Luego de este encuentro, los distintos mandatarios hicieron una declaración conjunta en donde rechazaron los actos "terroristas, criminales y golpistas" y convocaron a la sociedad "a mantener la paz en defensa de la democracia".
En tanto, el expresidente Bolsonaro, que se encuentra en Estados Unidos, fue internado en dicho país a raíz de una complicación abdominal.
Encuentro de jefes de Estado
Era esperado sí este respaldo y era necesario para fortalecer las instituciones. Era esperada esa foto porque tiene un significado muy fuerte. Se entiende que esto pasó todos los límites y está en juego la convivencia.
Hay una sociedad que aún sigue apoyando estos movimientos. Personas que están presas mantienen contacto y estimulan a la población a salir a defenderlos. Las fuerzas de seguridad ahora sí están 100% y no hay posibilidades de que se concrete algo como lo que pasó el domingo. Reorganización de lo que son las fuerzas policiales a nivel del Estado. El responsable de la policía en Brasilia es del distrito federal.
Actuación de Bolsonaro
No hay certezas de si Bolsonaro va a venir o no. Él también corre el riesgo de ser expulsado porque entró a USA con pasaporte diplomático y venció el 1º de enero. Todo lo relacionado con Bolsonaro es de especulación.
Bolsonaro es considerado el autor intelectual de todo esto por lo que ha pasado: en los estímulos pidiendo intervención militar, descreimiento en el elección. Creo que va a ser responsabilizado en algún punto. Será un tema de los próximos días.
El apoyo de las principales figuras y las instituciones fue mucho más contundente. Acá no hay nada ni ninguna figura relevante de medios que haya salido a defender o posicionarse. Ya se indica un respaldo menor a la figura de Bolsonaro.
Las instituciones tienen un amplio margen ahora para hacer una reorganización. Se está dando un respaldo muy fuerte ahora a las instituciones y al gobierno de Lula. En ese sentido hay refuerzo también. Tengo la impresión de que la fuerza que tiene el bolsonarismo en las instituciones es menor.
El propio silencio que mantenía en los acontecimientos previos. No lo estaba condenando, no lo verbaliza, condena ni reconoció nunca explícitamente el triunfo de Lula. Eso fue una estrategia para generar ese clima de desconfianza en las instituciones. La credibilidad de Bolsonaro ahora está en el núcleo más restringido de sus seguidores.
