El representante de los trabajadores en el directorio valoró que Muñiz haya asumido su responsabilidad como presidenta.
El presidente Tabaré Vázquez removió ayer a los tres directores políticos de ASSE: Susana Muñiz, Mauricio Ardus y Jorge Rodríguez Rienzi. Esto tras el escándalo que se generó cuando se supo que Ardus -vicepresidente de ASSE- contrató a su nuera de 18 años y sin experiencia como secretaria por un sueldo de 57.000 pesos nominales.
Abordamos el tema junto a Pablo Cabrera, representante de los trabajadores en el directorio de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE).
No sabíamos la contratación de la nuera de Ardus. Esa noticia nos llegó a través de la prensa. Lo único que podemos decir es que llegó el pedido de contratación de una persona para una cargo de confianza. Cada director se hace cargo de su pedido y de la función que va a cumplir. Como es de confianza, la persona se queda en su cargo mientras el director sigue. Y en este caso, como es la novia del hijo, no podíamos saber el vínculo.
Lo que nosotros pedimos al director es la explicación de para qué necesita a una determinada persona. Cuando él plantea que es para el área de la secretaría, que es un lugar de mucha confianza, él hace el planteo de por qué pide a esa persona.
Conociendo la trayectoria de las decisiones de Vázquez, era bastante viable que se diera lo que pasó: iba a tomar una resolución profunda. Y su decisión fue muy rápida.
Estamos hablando de lo que significa entender o discutir qué es ser personal de confianza y dónde pueden estar los cuestionamientos. Hablamos de personas en las que realmente se deposita la confianza y se quiere trabajar. Cuando uno trabaja de esta manera, no es sencillo.
Creo que esta situación pesó y mucho en la remoción de este equipo. Cuando ve que no han respondido a la altura de los conceptos fundamentales de la gestión, toma esta decisión. Susana plantea que no estaba al tanto, pero asume la responsabilidad como presidenta: ese fue un gesto importante.
Los problemas de ASSE no se resuelven eliminando la posibilidad de que los actores sociales puedan tener una opinión.
