Alfonso Lessa construye con maestría un testimonio apasionante sobre una época de afianzamiento democrático, en la que sin embargo la violencia estaba latente. Años más tarde, el autor recibiría una cruda amenaza. En su investigación, Lessa encontró los puntos de contacto entre organizaciones en apariencia autónomas y actores que parecían, pero no eran, ajenos a los hechos. Hubo, en este sentido, tres escenarios recorridos por el autor y vinculados –en algún caso sorpresivamente– a todo esto: Uruguay, Santiago de Chile y La Habana. Este libro, profusamente documentado y con acceso a informantes fundamentales, expone hechos en apariencia inconexos, de forma tal que el lector podrá acercarse a una verdad que no es evidente en una primera mirada.
Este libro, profusamente documentado y con acceso a informantes fundamentales, expone hechos en apariencia inconexos, de forma tal que el lector podrá acercarse a una verdad que no es evidente en una primera mirada.
Ataque con bombas al estudio de Sanguinetti
Cuando empieza la serie de atentados, el primero fue el de Sanguinetti. Empezó con la idea de na novela y luego me convencieron de que era una investigación. Parece una novela o película por las cosas que pasaron. Es la primera vez que escribo un libro en primera persona, pero me pareció inevitable porque era lo que habíamos vivido. Llamó alguien y pidió que grabáramos. Quien estaba era alguien que cuidaba. Tomó nota y salí. Me provocó un shock porque no estábamos acostumbrados a eso. Fue a la madrugada. Una de las cosas que rescato fue el compromiso con lo que pasó ese día.
Cerré el libro tres o cuatro veces. Me encontré algunas cosas que me sorprendieron mucho. Una, la franqueza con la que me habló un teniente de Artigas muy nacionalista. El libro muestra una lucha de poderes. La Guardia de Artigas era un grupo que parecía autónomo y me sorprendió mucho el reconocimiento explícito de que la Guardia “es una sucursal”.
Había todo un operativo para desestabilizar al comandante en jefe. Lo logran. Cuando se atan todos los cabos, muchas veces se ponía la investigación del tema de inteligencia militar y todo indica que estaban involucrados. Había sectores del ejército uruguayo y ejército chileno que tenían una relación carnal.
Los tenientes de Artigas siguen existiendo. En algunos casos sabe, en otras sospechas, auqnue no creo que como en aquella época. Cuando llega Sanguinetti al gobierno hacen trascender que Sanguinetti iba a mantener en el cargo a García, pero no fue verdad. En esa época había un objetivo concreto muy armado. Uno de los problemas era que las cosas que llegaban no se sabía de dónde venían.
Amenazas recibidas
Recibí amenazas. Sobre todo después de una columna que hice en Telemundo. Fue una carta muy dura de amenaza. La columna decía que los militares más jóvenes les pesaba menos la responsabilidad de lo que habían hecho otras generaciones. Eso molestó mucho. Me llamó un familiar del general Vázquez. De la investigación policial se dijo que la amenaza salió de la Cárcel Central.
La prensa del momento hizo tareas de distracción muy hábiles. Hubo cuatro atentados con bomba en Montevideo enseguida de la desaparición de Berríos. Había una maniobra distractiva.
