Grecia Izquierdo: "Las medidas para las cantinas fueron nulas, más que insuficientes"

La suspensión de las clases en instituciones públicas y privadas, que están reabriendo sus puertas de forma escalonada, provocó el cierre de servicios como la limpieza, el transporte y la venta de alimentos. Este último sufrió un sacudón para más de 80 cantineros, que denuncian por medidas por la situación que están atravesando e hicieron reclamos a las autoridades de la educación. También se manifestaron frente a la Torre Ejecutiva para pedir un apoyo económico.

Balance de la situación de las cantinas del país

La situación actual es muy crítica. La situación en pandemia el año pasado nos agarró viniendo del receso de 2019 y en situación de vulnerabilidad. Muchos de los que inician en cantina en marzo es sacando un préstamo y luego pagando en los meses posteriores. El año pasado se generó una situación de endeudamiento. El año pasado cerraron muchas cantinas y van a seguir cerrando si no se toman medidas. Esta situación se extiende a todas las cantinas que hoy son entre unas 250 – 300 empresas de educación primaria, secundaria y universidades.

Respecto a las últimas medidas, si bien nosotros fuimos nombrados por la ministra como un sector contemplado, nosotros entendemos que no nos sirve ninguna porque se nos plantean exoneraciones partimos de la base de que no hay trabajo, por lo que no hay capacidad de pago. Sobre el préstamos de ANDE, las empresas tienen que estar al día para poder pagarlo. El resto de las medidas como luz y agua, nosotros no pagamos. Las medidas son insuficientes. Más bien nulas, más que insuficientes.

Es una amenaza en puerta a nuestra posición de trabajo. La circular se logró revocar. En secundaria no nos pasa lo mismo. Nos obliga a pagar parte del alquiler una vez que comienzan las clases. El año pasado si bien “trabajamos” fue un trabajo a pérdida. Este año el alquiler se traduce en tener que cerrar directamente. Esto va a en contra por la fragilidad que tienen las empresas. Pretendemos que esta medida no se efectivice y que se entienda que atenta directamente contra nuestro trabajo. Con UTU llegamos a que la circular se revoca hasta nuevo aviso, por lo que no vamos a pagar ningún alquiler.

Teníamos una circular hasta ahora que nos exoneraba del pago del alquiler. Entendemos que hoy estamos en condiciones de pagar absolutamente nada. Nosotros también les damos becas a los estudiantes en alimentación. Las becas y la donación conforman un alquiler más. Lo otro también nos implica un gasto y tenemos la experiencia del año pasado que la mayoría trabajó a pérdida. Trabajar a un 30 % es imposible. Lo más importante ahora es revocar esta circular porque no tiene sentido. Si logramos hacer entender que esta medida va a en contra de nuestro trabajo, tenemos más medidas para plantear. Consideramos que una vez que termine la pandemia, tenemos que tener por lo menos un año de exoneraciones para poder generar una recuperación real. Llevamos más de 16 meses sin trabajar.  Para nosotros lo urgente es esto porque esto define si las empresas siguen o cierran.

La mayoría de estas empresas son familiares conformadas por dos personas. En el interior la situación es más compleja aún y el rango etario de personas que trabajan en cantinas es de más de 50 años. Hay gente que está pasando muy mal. Hay gente que está en el seguro y hace más de un año que está en el seguro cobrando la mitad del sueldo.


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