El exministro de Industria opinó que las propuestas de los tres partidos grandes "representan una continuidad de una política económica".
El ingeniero químico Roberto Kreimerman fue ministro de Industria en el gobierno de José Mujica. La semana pasada se supo que dejó el Partido Socialista para unirse a Unidad Popular.
Venía viendo en los análisis que la estrategia de país está basada en los mismos parámetros que los partidos tradicionales.
Se basó en la apertura gradual al comercio. Estuve entre los opositores al TISA. También el tema financiero o el trabajo y su precarización, con las tercerizaciones. Hubo espacios para hacer mejoras pero en este último periodo vimos cómo se aceleró y se puso como política principal.
Uno piensa que la estrategia de los tres partidos grandes es básicamente la misma. Hay que ir por el lado del trabajo, que no dependa de los precios internacionales.
La gestión en la presidencia de Mujica
Nos sentíamos con toda la fuerza y así lo hicimos por cambios en lo industrial y telecomunicaciones. Tanto fue que hicimos medidas concretas como los consejos sectoriales. Estuvimos incluso reconocidos por la ONU.
Fue resultado de negociaciones internas y medidas. Pero siempre ha quedado acotado por la estrategia económica del país, que consiste reducir la política industrial. Esto es porque estamos tomando actitud pasiva ante cambios internacionales. Se pretende adaptar a lo que deciden las grandes compañías internacionales.
101 países son ejemplo de desarrollo industrial. Uruguay es uno, pero de cada país podemos tomar un ejemplo en cada caso. No hay mejor manera de conseguir puestos de trabajo defendiéndolos.
Otro punto está destinado al desarrollo de nuevos sectores. No nos podemos quedar con la estructura vigente. También adaptarse a las nuevas tecnologías.
Programa de gobierno
Las empresas estatales son clave. El hecho de que Uruguay pudiera reconstruir su matriz energética fue por eso: se pudo apalancar sobre las públicas para que crezcan las privadas.
Uno siempre tiene una mirada socialista de largo plazo. El horizonte general es una sociedad sin explotados ni explotadores. Estamos discrepando en el aquí y ahora, que es el trabajo.
Es la estructura de producción lo que determinará la calidad.
No es que compartimos dejar de pagar deuda externa. Lo que compartimos claramente es la orientación a dónde va: la orientación socialista.
La continuidad de políticas
Creo que en aspectos del gobierno de Mujica había visiones que se continuaron. La apertura de comercio se profundizó desde los ’90, lo financiero empezó antes y las tercerizaciones empezaron en los ’90 pero se profundizaron. En este periodo último se agravó.
Las propuestas actuales de los tres equipos representan la continuidad de una política económica que se basa en los precios altos de commodities por la globalización. Ahora se terminó y nos hizo ver la dependencia de los precios primarios. Eso termina siendo una tremenda restricción para los trabajos. Daniel Martínez no es un flan. Hablamos de una estrategia de todo un equipo de gobierno.
Los organismos internacionales están buscando cómo se hace para que la cancha se libere para operar. América Latina queda como un furgón de cola proveyendo materias primas. Es una política internacional global que lleva a un enfrentamiento entre dos potencias para ver qué lugar tendrán en las cadenas globales de valor. Eso no es el socialismo.
