"La Facultad no puede transformarse en el ministerio en las sombras", afirmó el decano de Medicina

Además de valores más elevados de cloruros y sodio, el agua que sale hoy de las canillas presenta también niveles más elevados de trihalometanos, un compuesto que surge del proceso de desinfección del agua que mezcla OSE. De hecho, hace un par de semanas este tema generó polémica luego de que la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, leyera el fragmento de un informe de la Facultad de Medicina sobre los efectos de los trihalometanos en embarazadas. Para hablar sobre este tema y también sobre el impacto que tiene el agua de OSE hoy en nuestro organismo, recibimos al decano de la Facultad de Medicina, Arturo Briva.

El impacto de niveles elevados de trihalometanos

El desafío que los técnicos que asesoraron estaban enfrentando es que tenemos dos variables: las concentraciones de sodio, cloruro y trihalometanos; y el tiempo de exposición.

Con el tema de los trihalometanos, existe evidencia como para que nosotros estemos alerta frente a posibles ascensos en los niveles, pero teniendo en consideración que algunas de ellas son contradictorias. En la medida en que los niveles aumentan y el tiempo de exposición aumenta es que pueden empezar a aparecer algunas repercusiones, algunas de ellas sobre el embarazo.

Básicamente se divide en dos grandes grupos: lo que tiene que ver con las vías respiratorias, que podían inducir mayor reactividad bronquial, broncoespasmos; y lo que tienen que ver con el embarazo con exposiciones más prolongadas y niveles más altos.

En la medida en que uno está expuesto no hay un punto de corte con un salto.

Hay un daño que va surgiendo de manera continua a medida que la variable va cambiando. Nuestro objetivo tiene que ser volver a estar entre 20 y 200 miligramos de sodio con esa calidad de agua. En la medida en que nos alejamos empezamos a hacer manejo del riesgo.

Las condiciones del agua a raíz del déficit hídrico

Con niveles actuales este rango creo que es nuestro mejor escenario para la situación que tenemos ahora.

Cuando uno hierve el agua, parte del contenido se evapora, pero también se concentra el sodio. No hay una recomendación específica. La base de todo este problema es que no se puede vivir sin agua.

El consumo diario del agua se tiene que mantener.

Tengo un consumo de agua que es obligatorio y poblacional.

Nuestro rol es el de hacer el asesoramiento. No puede la Facultad transformarse en el ministerio en las sombras. Por eso tratamos de manejarnos con informes escritos. Mi posición sigue siendo que cuanto más tiempo y niveles más altos, va a ser peor para todos.

Me hago cargo que en este caso hacemos arbitrariamente una línea fija y la vida está en ese entorno. No es bueno, tampoco era bueno 390, porque la situación es mala.

Una cosa es el comportamiento cultural nuestro. Si nosotros en la dieta diaria consumimos ocho gramos de sodio, son nuestras decisiones. Lo que nos preocupa es que no puedo no consumir agua. Puedo evitar consumir embutidos que tienen un gran contenido de sodio, pero no puedo dejar de consumir agua. Entonces, esos dos litros de agua tienen que cumplir una calidad mínima que me permitan a mí seguir con esas recomendaciones.

La polémica por la conferencia de Cosse sobre los trihalometanos

Me cuesta mucho definir intencionalidades. Las figuras públicas también en ese momento tienen un tiempo acotado para exponer sus ideas y tal vez leer todo el informe se consideró que no era lo adecuado. En cualquier caso, si quedaba la duda de que nosotros estábamos alimentando una alarma pública, nosotros salimos con un informe con incertidumbres. Tengo que hacer mea culpa. La Facultad podría haber enviado un mejor informe. Ese es el que hicimos y respaldamos. Cada actor lo toma y lo utiliza como mejor le parece.

Sentimos la responsabilidad como UDELAR de responder a la población. Todos tenemos que apostar a volver a los rangos a los que estábamos habituados a consumir agua.

Hay algunos docentes de la UDELAR que están muy preocupados sobre el impacto del consumo del plástico que estamos haciendo en este breve periodo de tiempo.

Como decano de Medicina agradezco que los políticos e integrantes del Ejecutivo busquen en la Academia la información que necesitan para mejorar su toma de decisiones. Durante cuánto tiempo la UDELAR va a mantenerse trabajando en los distintos temas con un entorno de recorte presupuestal tan marcado como venimos sufriendo.

Uno no puede prever cuál va a ser la próxima crisis y tener ya pronta la respuesta.


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