Nos acompaña el politólogo Antonio Cardarello para repasar y analizar los hechos políticos destacados de este año.
Referéndum contra la LUC y la campaña
La LUC fue una campaña interesante en el sentido de que por primera vez se confirmaba que la oposición tenía posibilidad de marcar agenda. A partir de ahí se vio una relación diferente entre gobierno y oposición.
Había un debate en el proceso previo sobre si el resultado del referéndum iba a ser más parecido a la primera vuelta de octubre, lo cual iba a ser considerado como un logro por la coalición de gobierno o si el resultado se iba a parecer más al balotaje de noviembre de 2019. Finalmente, en el resultado se confirmó que aunque no alcanzaron los votos para la derogación fue muy justo y eso la oposición lo toma como un triunfo.
Para el referéndum se puede ir por dos caminos: el corto y una instancia organizada por la Corte Electoral o el largo, que es la recolección de firmas.
Más allá de los contenidos, lo que si amerita un debate por parte del sistema político, es preguntarse si la LUC sigue siendo necesaria en estos momentos, porque es un mecanismo que se incorpora en una alta fragmentación de los partidos, mucha polarización política y lo que hemos vivido de la democracia para acá es que el sistema político aprendió. Hemos tenido distintas instancias de gobiernos y coaliciones, entonces la pregunta es si este mecanismo es necesario en ese sentido: que abarque tantos artículos y abarcaba una infinidad de materias.
Marset
El presidente había manifestado que tenían que recuperar el centro del ring a la oposición porque la que tiene la iniciativa todo el tiempo es la oposición.
A dos años y medio de la gestión sale todo eso y limita bastante ese argumento del gobierno de superioridad moral.
Nadie que está en el gobierno está libre de enfrentarse a casos de este tipo.
El gobierno está cometiendo el mismo error que le achacaba al Frente Amplio de no reconocer por el caso Sendic. Cuando salto el caso, la primera reacción del FA es negarlo todo. El gobierno está reaccionando de igual manera y tratando de minimizar tanto esto como lo del caso Astesiano diciendo que fue un error y no reconociendo cosas que se hacen públicas y que terminan haciéndoles peor.
Astesiano
El gobierno apunta a distintas estrategias: primero, a decir que no sabía que no sabían quién era y que en realidad fue un caso de traición. Las primeras declaraciones del presidente de la República son que desconocía los antecedentes que tenía Astesiano, después se conoció que no era tan así.
Se trata de minimizar por actores políticos diciendo que es un garrón, tratando de minimizar la importancia, que no era el jefe de seguridad presidencial
después está la estrategia, al igual que en el caso de Marset de pasarle la responsabilidad al FA, diciendo que este proceso arranco años antes bajo la administración del FA.
En ningún caso asumen la responsabilidad.
