Días atrás se desarrolló una asamblea del sector frenteamplista Fuerza Renovadora, donde se discutió la estrategia electoral de cara al 2024. Se definió que “la mejor forma de contribuir al triunfo del Frente Amplio” es promover una candidatura dentro de la alianza de sectores seregnistas, y que el nombre a impulsar es el del líder del grupo, Mario Bergara. Más allá de este paso, aún resta que los otros espacios que conforman la Convocatoria Progresista Seregnista –como Asamblea Uruguay, que lidera el exministro de Economía Danilo Astori- resuelvan qué candidatura apoyarán. Esto porque el abanico de candidatos ya cuenta con Yamandú Orsi y Carolina Cosse como nombres instalados. Recibimos al senador del Frente Amplio, Mario Bergara, para hablar acerca del tablero político y su eventual candidatura a la Presidencia.
El apoyo de los sectores de cara a la elección de 2024
Es la ratificación de una postura de Fuerza Renovadora, un sector que integra una alianza política: Convocatoria Seregnista. La definición de que Convocatoria Seregnista tenga una precandidatura propia la tomará Convocatoria. Nosotros, como parte integrante, reafirmamos la necesidad de que Convocatoria tenga una precandidatura porque claramente refleja una de las sensibilidades principales dentro del Frente Amplio.
En la última elección interna del FA, en diciembre de 2021, los tres espacios quedamos muy cerca. Pensamos que la oferta electoral que tiene que ofrecer el Frente Amplio tiene que incluir estas principales sensibilidades de manera tal que ningún frenteamplista no se vea reflejado en esa oferta electoral.
Quedamos en diálogo y a la espera de las definiciones de los restantes sectores.
La Figura de Astori y su definición electoral
Convocatoria es una alianza política y por lo tanto ningún sector ni ningún líder de ninguno de los sectores puede tener el poder de veto de las decisiones. Obviamente la posición de Danilo es una postura importante. Pero creo que en el marco de una alianza política nadie puede tener el poder de veto.
Yo tengo una visión de referencia respecto a Danilo en donde obviamente siempre le voy a estar agradecido porque fue impulsor principal de la oportunidad que tuvimos junto con Fernando de integrar ese primer equipo económico de los gobiernos del Frente Amplio, que creo que cumplimos nuestro rol de manera muy apreciada por la gente en general. Los sectores tienen que tomar en cuenta no solamente las afinidades personales, tienen que tomar en cuenta todo otro conjunto de factores políticos. En su momento la Asamblea Uruguay optó por apoyar la precandidatura de Daniel Martínez. A partir de allí fue un proceso más bien de acercamiento y construcción hasta que logramos conformar, previo a la elección interna del Frente Amplio en 2021, Convocatoria Seregnista, que no tenía como norte explicito una elección concreta, sino una alianza política estructural y lo seguimos viendo de esa manera.
Tengo claro que Danilo me aprecia en el sentido de la gestión económica pero también me aprecia en el terreno político.
Las candidaturas internas de cara a la elección de 2024
Nuestra definición política, en el tema de las precandidaturas, tiene que basarse en el rol político que le asignamos a Convocatoria.
Sobre el elenco de candidaturas que el Frente Amplio va a poner sobre la mesa, yo creo que está claro que después de la interna vamos a estar todos tirando del mismo carro. No creo que la chance de que el Frente Amplio gane o pierda dependa tan crucialmente, en este caso, del candidato a presidente, porque también habrá un candidato a vicepresidente y otros referentes en otros ámbitos.
La interpelación a autoridades por la situación del agua
En los gobiernos del Frente Amplio, a nivel de las inversiones en OSE, se tuvieron las mayores inversiones desde que se recuperó la democracia hasta acá. En los quince años de gobierno fueron 1300 millones de dólares de inversión. Cuando, en 2020, entra este gobierno, lo hace con aquel decreto en donde había un recorte a rajatabla de gastos e inversiones. Una de las inversiones que sufrió ese parate fue una licitación que estaba pronta para ser llamada, que tenía su propio financiamiento, que fue la represa de Casupá. Que si se hubiera hecho de manera inmediata, quizá - no podemos garantizarlo porque los tiempos en que se procesan las inversiones a veces son más inciertos-, podría estar disponible y con alguna acumulación de agua que pudiera ayudar a apalear la situación actual que, dicho sea de paso, está siendo cada vez más crítica.
Pero más allá de la situación actual, esa inversión se muestra como necesaria en una perspectiva de mediano plazo. Si hay algo que ya no podemos decir es que las sequías nos agarran de sorpresa.
Creo que, más allá de la interpelación del miércoles, donde obviamente hay responsabilidades políticas, estoy totalmente de acuerdo con que el tono de la interpelación tiene que ser en reclamar información en primer lugar, porque llegó mal, tarde, sin recomendaciones claras, porque no se termina de dar cuán crítica es la situación. Pero yo creo que tenemos que tener en este caso la mira más alta. Este es un tema donde todo el sistema político tiene que levantar la vara sin perjuicio de que hay que reclamar responsabilidades.
El gobierno tiene que transparentar más la situación.
