Olesker sobre comparación con Lacalle Pou: "Me parece despreciable"

El exministro es candidato a secretario general del Partido Socialista y reclama un FA más hacia la izquierda.

El 13 de marzo próximo tendrán lugar las elecciones internas del Partido Socialista, que se encuentra dividido en dos corrientes. Una de ellas es liderada por la senadora Mónica Xavier, y la otra por el exministro de Desarrollo Social y de Salud Pública Daniel Olesker. Desayunos Informales recibió este miércoles a este último, quien milita en la colectividad desde hace doce años.

¿Qué diferencias encuentra con las propuestas de Mónica Xavier?

Lo primero, que quizá los televidentes no lo saben, es que en la reforma de estatutos que hicimos en setiembre se definió un único congreso. Lo que se hizo fue dividirlo para que la discusión política se pueda dar sin la tensión de la elección de autoridades, que es lo que pasa cuando se juntan, y que 60 días después, que en este caso son excepcionalmente 90 porque estaba enero en el medio, se votara la nueva dirección. Esa nueva dirección tiene que reflejar políticamente lo que valoró el congreso, que fueron dos grandes cosas: la primera, votó negativamente la gestión partidaria pasada. Es la primera vez en muchos años que en el Partido Socialista las rendiciones de cuentas de finanzas, organización, propaganda, relaciones políticas, son votadas negativamente. Se expresó la necesidad de un cambio. Por otro lado, el congreso discutió políticamente un documento central, presentado por 228 compañeros, y también dio el mensaje de que ese documento va a ser la línea coyuntural de los próximos tres años.

Se habla de que ganó la línea más dura.

Ganó el documento que plantea profundizar los cambios, que el tercer gobierno tiene que seguir avanzando. Y un docuemento que dice expresamente que el gobierno ha tenido algunas propuestas que lo han alejado de su tradicional aliado, que es el movimiento obrero, el movimiento cooperativo, y que eso pone en riesgo la profundización de esos cambios. Quiero decir que lo que dice ese documento -el aumento del gasto público, el uso de las reservas internacionales, los cambios en la recaudación, que la inflación es un problema de la formación de precios de los empresarios y que hay que regular los precios- lo dicen los documentos del partido aprobados en los cuatro años anteriores. No se aparta de lo que ya se estableció. No es lo mismo el congreso que votó una línea para el primer gobierno, ni el segundo ni este, en que entendemos que hay que dar pasos para la construcción del socialismo.

¿Más de izquierda?

Es un documento que plantea la necesidad de que la política económica tense las relaciones de poder entre el salario y la ganancia, entre el gasto y los ingresos. Cosa que se ha hecho, porque si nosotros miramos en los diez años de gobierno, el gasto público pasó de 21% del producto a 25, los ingresos públicos de 27 a 31, y el salario real, la masa salarial, creció siete puntos por encima de la masa de ganancias. O sea que lo que decimos es que ante la desaceleración económica, la idea de no avanzar demasiado y conservar lo que se ganó, es retroceder. No hay posibilidad de estancamiento: o se avanza o se retrocede.

¿Creés que hay dos corrientes en el Partido Socialista? Mónica Xavier cree que no.

Tres cosas. Primero: en la reforma de estatutos legitimó las corrientes. Podemos estar de acuerdo o no, pero lo peor que podemos hacer es invisibilizarlas. Existen corrientes dentro del partido, corrientes dentro de un marco de tesis y de documentos políticos y de democracia que común a todos. Pero existen corrientes que miran la coyuntura de manera distinta. La segunda cuestión: hay muchos que no se sienten parte de ninguna de las corrientes. De hecho, nosotros tenemos 500 adherentes a nuestra lista y muchísimos de ellos, sobre todo en el interior del país pero también en Montevideo y Canelones, que no forman parte del grupo de trabajo de los 228 que llegamos a la formación del documento. Efectivamente hay lugar. Creemos que ese lugar debe expresarse en una lista única, porque da la coherencia. Lo tercero es el apoyo al gobierno. Dos ejemplos de lo que significa, ejemplos de socialistas. En el año 2007 el gobierno empezó a trabajar la firma de un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Gargano era canciller de la República y lideró una posición contraria a ese tratado, que fue la que ganó. Cuando Tabaré Vázquez se reunió con los 50 legisladores por la esencialidad en la educaicón, solo Gonzalo Civila dijo "presidente, estamos en contra". En un reportaje posterior, Vázquez dijo: "Si me lo hubieran dicho más legisladores, no lo hubiera hecho". Reconoció la valentía en eso. Apoyar al gobierno no siempre decir sí y en momentos en que se puede perforar el proyecto político, hay que decirle que no.

También Tabaré cuestionó que eso no se lo habían dicho en la cara, que se criticó a través de la prensa. 

No en el caso de Civila. Si otros además de Civila se lo hubieran dicho, él habría tomado otra decisión. O sea que es posible cuando el presidente se reúne con los legisladores decirle... Yo estuve en el Consejo de Ministros cuando votamos la ley de PPP y el aumento de penas para los menores a raíz de aquellos sucesos que todos se acuerdan. Nos reunimos con los legisladores y el aumento de penas nos dijeron que no y lo retiramos, y a lo de las PPP pidieron que hubiera mayores controles de parte del Estado porque se entendía que el proyecto era un poco flexible, y se incorporaron esos controles. También en el gobierno anterior muchas veces los legisladores cuestionaron. Después se vota, hay una lógica de votación, pero antes hay que decirle las cosas que están mal.

Dijiste cambios en la recaudación. ¿Eso es más impuestos?

Es objetivo que el país necesita más ingresos, es un hecho real, lo ha dicho el director de la OPP, Álvaro García. ¿Cuál es el fundamento de hacer un Presupuesto a dos años? Creo que fue una muy buena decisión del presidente Vázquez, porque si en dos años la situación mejora, podemos rediscutir. Si se hacía a cinco años con la lógica de estos dos primeros años, iban a estar embretados. En el 2017 uno va a tener de vuelta el llegar al 6% de la educación, todo lo que está en el programa de gobierno aprobado en octubre de 2013 en el congreso frenteamplista. Entonces, hay un dilema presupuestal entre el costo de las medidas y los ingresos. Mayores ingresos no siempre es nuevos impuestos; más bien, no necesariamente es. Puede ser mejora de las tasas de algunos impuestos: el IRPF puede mejorarse, un IRAE puede mejorarse, pero también el mejor uso de algunos recursos, también redistribución de gastos y estudiar para las obras de infraestructura el endeudamiento o el uso de las reservas nacionales. Hay muchas chances. Lo que dice el documento del partido y no lo dice solo el congreso sino un documento aprobado por el Comité Ejecutivo, es que frente al dilema presupuestal no hay que obviar ninguna posibilidad.

¿Y mejorar la gestión de las empresas públicas para que no le cueste tanto a la gente?

En ese caso no tendría efecto presupuestal. Para nosotros cualquier mejora debe volcarse a la reducción de tarifas, no a aumentar la recaudación por parte de las empresas para el Estado.

Pero tenemos que estar todos los uruguayos capitalizando Ancap.

Lo he dicho bastantes veces. La posición mía personal se expresa con mucha claridad en la exposición del compañero de nuestra lista Roberto Kreimerman en la comisión investigadora. Él dice que hay un problema de la política macroeconómica. Cuando yo soy una empresa y voy a invertir tengo tres chances: o traslado a precios el costo de la inversión, se supone que por un tiempo porque después eso te reduce los costos y entonces empezás de vuelta el proceso de baja de precios, eso pasa en el mundo capitalista desde 1800. La segunda posibilidad es endeudarte y la tercera es que tu propietario ponga el dinero, capitalice. En ese momento se entendió que la capitalización no era posible, y que el aumento de tarifas afectaba la inflación y no se podía hacer. Quedó como única alternativa el endeudamiento. Como se hizo a partir de la compra de petróleo a Venezuela, tenía que ser en dólares. Después cuando el dólar estaba a 20 y ahora a 28m eso generó un problema que hay que resolver.

En parte: no tiene todo que ver con la suba del dólar.

Pero el 80% con las inversiones.

¿Y las inversiones han tenido el efecto de bajar los costos?

Se ha discutido poco si las inversiones fueron adecuadas. Una de ellas, la de la desulfurizadora no tiene ese efecto, tiene un efecto ambiental y a mediano plazo en el mercado automotor. Porque ya están viniendo automotores que solo usan nafta desulfurizada, si no la desulfurizáramos... La inversión en la planta de la refinería fue una inversión necesaria y que bajó efectivamente los costos. Si uno mira la tarifa de Ancap, creció menos que los precios. En la cementera creo que se cometió un error, porque se programó una inversión en dos cementeras , la de Minas y la de Paysandú, y se hizo solo la de Minas, lo que cuestionó el proyecto. La cuarta es la de la regasificadora, que todavía no está. Es decir que tengo una valoración positiva de las inversiones.

Ha dicho al referir a Kreimerman que los problemas de Ancap son responsabilidad del Ministerio de Economía.

La política macroecónomica. Pero no es responsabilidad solo del Ministerio de Economía, porque cuando se toma la medida, es una decisión política del Consejo de Ministros, del gobierno en pleno.

Mujica llegó a decir que no sabía.

Sí... Pero después dijo que sí. Creo que efectivamente son decisiones que se tomaron. Es muy difícil en un Consejo de Ministros tomar decisiones fuera de los ámbitos de los que están involucrados directamente.

Usted era ministro: Lorenzo comentó que no se lo tuvo en cuenta.

Lorenzo comentó que él tenía una preocupación por las inversiones, que eran excesivas. Kreimerman lo fundamentó, Ortuño, que era viceministro, también. Y Pepe hizo lo que ha dicho: que las inversiones eran imprescindibles.

Es decir que es una decisión del gobierno y no el Ministerio de Economía...

Es un factor secundario: después de que se tomó la decisión de invertir, cómo financiarlo.

¿Te sorprendió que te compararan con Lacalle Pou por lo de las reservas?

Me parece un comentario despreciable. Es una manera de querer meterse en la interna de otro partido, pero además los principales textos que elaboró el Frente pero también particularmente el Partido Socialista, que se llama "La comparación entre los 90 y los nueve años de gobierno frenteamplista", que derriba la política de los 90, son míos. Me parece un comentario no solo innecesario en el momento, en la discusión en que estamos, sino que no tiene mucho sentido.

Muestra lo que es la interna del Frente.

El documento aprobado en diciembre dice que estamos en un momento de alta tensión, porque no es lo mismo una política distributiva a partir del horror del 2004, no es lo mismo una política distributiva en el 2009 a partir de una situación que permitía un manejo bueno de las finanzas públicas, que redistribuir en un momento de desaceleración del crecimiento. Implica que la puja distributiva se agudiza. ¿Por qué los consejos de salarios han tenido los resultados más largos en la historia de las rondas? Porque entendieron que las pautas solo garantizaba el mantenimiento del salario real en una economía que sigue creciendo era inadecuado. Ese es el punto de inflexión que hay que discutir, y tenemos dos momentos para hacerlo. La negociación salarial de 2016, que negocia el 80% de los grupos y dentro de ellos el 70% de los trabajadores que ganan menos, porque este año fueron generalmente salarios medios, y la rendición de cuentas de 2017 donde el presidente planteó la necesidad de rediscutir el presupuesto.


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