Pta. del Colegio Médico insistió en tener en cuenta enfermedades incurables "al momento actual" para discutir ley de eutanasia

Si bien el Colegio Médico evitó pronunciarse respecto a los proyectos de eutanasia que están a estudio del Parlamento, sí advirtió sobre la posibilidad de que su legalización lleve a que se dejen de lado los cuidados paliativos, que no terminaron de extenderse en todo el país. Además, los profesionales plantearon que debería cambiarse el artículo del Código de Ética Médica, que establece que la eutanasia activa es contraria a la ética de la profesión. Otro punto que está sobre la mesa es que se asegure el derecho de los médicos a recurrir a la objeción de conciencia.

La postura del Colegio Médico ante los proyectos de eutanasia

La razón por la cual no vamos a tomar posición a favor o en contra de las iniciativas parlamentarias es porque realmente nadie puede discutir que hay diferentes visiones. Incluso, a lo largo de la vida las mismas pueden cambiar, dependiendo de la situación de vida, por ejemplo. También, cambiamos nosotros. Durante la vida se producen cambios y ni que hablar durante décadas: cambios sociales, culturales, científicos, pero sobre todo los sociales y culturales que hacen que las visiones y convicciones vayan cambiando, incluso lo que es ético y lo que no lo es. Si uno piensa lo que hace 100 años se consideraba ético, y lo que hoy entendemos que es una actitud ética, los principios de alguna manera que parecían inamovibles han ido cambiando en función de esa evolución cultural, tecnológica.

La sociedad va cambiando, de manera que es necesario revisar las leyes y el Código de Ética Médica es una ley en Uruguay. Es uno de los pocos países donde el código tiene aprobación parlamentaria y es una ley. Varios artículos están en discusión. Desde que se creó el colegio, pocos años después, ya se hicieron algunas propuesta de modificación de ambas leyes: la ley de creación del colegio de Ética Médica, que establece que tenemos la obligación, el colectivo médico, de proponer y someter a plebiscito de todos los médicos y luego aprobación parlamentaria el Código de Ética Médica, y ese mismo proceso hay que seguirlo para las modificaciones del código. Toda modificación que se proponga, a iniciativa del Consejo Nacional del Colegio Médico del Uruguay, debe ser sometida primero a los Consejos Regionales, luego a un plebiscito y posteriormente va al Ejecutivo y este lo envía al Parlamento para su aprobación.

Los proyectos de eutanasia a estudio del Parlamento

Se discuten aspectos relativos a la ley de creación del Colegio Médico del Uruguay, por ejemplo si se aceptan esos cambios, si el Código de Ética Médica debería ser ley o como en otros países no serlo. Porque, de alguna forma, que sea ley, establece plazos más prolongados que si no lo fuera para poder contar con las modificaciones propuestas.

Es lógico que la población votó a los legisladores para que tomen las decisión es más acertadas para toda la población, así que el Parlamento tiene la prioridad y no puede verse bloqueado por un colectivo. Además, el Colectivo Médico es importante porque va a estar implicado si se votan las leyes en el proceso de eutanasia o muerte asistida, pero no es el objetivo de estas leyes, sino que reconocer el derecho de algunas personas que tienen un sufrimiento insoportable causado por una enfermedad incurable al día de hoy. Ese sufrimiento insoportable causado por la enfermedad incurable al momento debe ser irreversible al momento actual. La irreversibilidad va a modificar porque avanza la ciencia. Aún no todos, físicos y morales. Por eso es muy importante poner en el momento actual.

El vínculo entre la eutanasia y los cuidados paliativos

No se opone una cosa con al otra. Son acciones complementarias dirigidas a atender la necesidad de pacientes que sufren una condición, que es crónica e incurable y que les provoca un sufrimiento físico moral de tal magnitud que toman la decisión de adelantar el fin de la vida. Entendemos que estamos hablando de derechos de los pacientes. Sabemos que eso también puede ser discutible, en virtud de las creencias religiosas, por ejemplo.

Nosotros como médicos siempre insistimos en lo mismo: no oponemos avanzar en el acceso a los cuidados paliativos, a considerar la posibilidad de legalizar con el debido proceso atender la voluntad de un paciente que reúna las condiciones de las que hablábamos, simplemente decimos que debe trabajarse en paralelo para asegurar que los pacientes estén ampliamente informados frente a una determinada situación de salud de las alternativas para estudiar la patología y tratarla, estén o no disponibles en el país. Un paciente puede tener familiares en el exterior, o puede bien informado tener la posibilidad de recibir un tratamiento que no está disponible en el país, pero sí en el mundo.

La medicina ha cambiado mucho por suerte. Pasó de ser una medicina paternalista a una que le plantea al paciente psíquicamente apto qué alternativas hay para estudiar y tratar su enfermedad. El paciente no siempre opta por la que tiene más chances de controlar su enfermedad desde el punto de vista científico. Ampliamente informado, de acuerdo a sus valores, va a elegir la que es mejor para sí. Tanto es así que aceptamos que los cuidados paliativos pueden no ser aceptados por todos los pacientes.

Por eso, en lo que hemos comunicado al Parlamento, establecemos que debe ser condición que el paciente haya sido ampliamente sobre su situación de salud y las alternativas diagnósticas y terapéuticas y haya tenido acceso a los cuidados paliativos o haya documentado su negativa informada. Se le tiene que ofrecer.

La situación de los cuidados paliativos en Uruguay

Una opinión personal, fruto de mi experiencia de médico oncóloga, cuando hablamos de cuidados paliativos, sin duda, los mejores son los que se pueden ofrecer en el marco de una unidad multidisciplinaria, donde hay médicos, licenciados, enfermeros, auxiliares de enfermería, sociólogos, psicólogos, que se ocupan del sufrimiento físico, moral del paciente y su familia. A eso hoy accede menos del 50% de los pacientes y familias del país.

Requiere recursos aumentar el acceso, por eso también propusimos a los legisladores completar que se logre, en un tiempo lo más breve posible, que el Senado apruebe la ley, pero que además se trabaje muy fuerte en lo que tiene que ver con el presupuesto de forma que la ley de presupuesto acompañe esa ley que busca dar acceso a 100%. Hay que formar recursos humanos y hay que aumentar la cápita que reciben las instituciones por usuario para que sea posible.

Una cosa es que se vote y otra es que se generen las condiciones para que haya acceso a unidades de cuidados paliativos adecuadamente integradas. Ahí viene la parte que sé que es discutible. Si hoy acceden a estas unidades de cuidados paliativos, que es el ideal, aproximadamente el 50% de la población, lograr el acceso del 100% va a llevar un tiempo. No sé si mucho, pero no va a ser poco. Pero eso no quiere decir que no se puede calmar un dolor físico. Los médicos en general estamos capacitados, porque son los mismos médicos que integran las unidades de cuidados paliativos. Tenemos la formación. Para eso no hay acceso en todo el país tampoco.

Muchas veces no se prioriza el hecho de que un paciente que esta extremadamente dolorido, estoy hablando de dolor físico, y tiene que esperar. De manera que las internaciones domiciliarias, o el acceso oportuno y el tratamiento apropiado del dolor, sin llegar al ideal que es contar con una unidad de cuidados paliativos multi-integrada, tampoco hay acceso. Eso sería mucho más fácil de lograr en el corto plazo, incluso es una decisión.

Las limitaciones hoy en día siempre pasan por el mismo lado: los recursos económicos. La única limitación es que las instituciones deben recibir los recursos que les permitan llegar a los pacientes que están sufriendo donde están. No es el ideal porque no hay contención de la familia, no hay apoyo psicológico, moral. Ahí vamos a otro punto, que no es solo votar leyes. Se votó una ley de salud mental, ¿y qué pasó? Nada, porque no se votó el presupuesto. Todo es plata. Lamentablemente es así en todo el mundo. Si se quiere avanzar en algo, tiene que poner recursos.

Objeción de conciencia para los médicos

Así como debe garantizarse que la voluntad del paciente sea atendida, debe garantizar que esa voluntad es de un paciente psíquicamente apto, que padece un sufrimiento irreversible en el momento actual e insoportable y que ha expresado su voluntad de adelantar el fin de vida por ese motivo de forma autónoma. Que no ha habido presiones indebidas. También, hay que garantizar la autonomía los médicos para expresar su objeción de conciencia. En eso creo que estamos de acuerdo. Hay acuerdo en todo lo que se ha incorporado para garantizar que el resultado final sea el mejor posible y que se ha hecho de la forma apropiada a los pacientes y también al equipo.


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