Dijeron que abordaron el barco carguero en el puerto de Lagos huyendo del grupo terrorista islámico Boko Haram y creyendo que se dirigían a Europa.
Los dos nigerianos, de 25 y 27 años respectivamente, visitaron la mañana de este miércoles la Pastoral de la Migración, donde funciona la organización no gubernamental Idas y Vueltas, que trabaja con población migrante y refugiada y les está brindado ayuda humanitaria.
Los hombres asistieron acompañados por el camerunés Ayangma Bertrand, miembro de la ONG que vive desde hace nueve años en Uruguay y que los contactó con otros africanos asentados en el país e incluso les ofreció hospedaje de forma transitoria.
Tanto Bertrand como los recién llegados, que hablan inglés, brindaron detalles a Telemundo sobre los motivos por los que abandonaron su país como polizones y cómo vivieron la travesía.
Según contaron, venían escapando del grupo terrorista islámico Boko Haram, que realiza reclutamientos forzosos entre los jóvenes nigerianos, so pena de muerte si no aceptan. Este grupo ya había matado a varios miembros de sus familias.
Los cuatro hombres se conocieron en la bodega del barco que abordaron a escondidas en el puerto de Lagos y que creían se dirigía a Europa, no a Argentina, su verdadero destino. En un principio eran cinco polizones, pero uno de ellos falleció al caer al agua durante la travesía.
Pasaron cuatro días ocultos en la bodega, hasta que la sed y el hambre fueron insoportables y comenzaron a golpear para que la tripulación los escuchara, a riesgo de ser arrojados al mar, ya que los barcos pagan multa por transportar polizones y muchas veces se deshacen de ellos si los descubren.
Este no fue el caso, los hombres fueron llevados a cubierta, donde les ofrecieron agua, nunca comida, y les proporcionaron unos sueros que los mantenían somnolientos. Según ellos, ese estado de dopaje fue probablemente la razón por la que el quinto polizón cayó al mar y no pudo llegar a destino.
Los nigerianos afirman que en todo momento sentían miedo sobre lo que les pudiera pasar y niegan haberse amotinado o haber amenazado a la tripulación, como afirmó el capitán del barco cuando llamó a la Armada uruguaya solicitando ayuda el pasado sábado.
El barco fue escoltado hasta el puerto de Montevideo, donde permanece demorado hasta que finalice el sumario, y los polizones puestos a disposición de la Justicia, que tras interrogarlos los dejó en libertad.
No obstante, los inmigrantes debieron permanecer tres noches en Prefectura Nacional Naval porque no había otro lugar que el Estado uruguayo tuviera disponible para recibir a personas en situación de refugio.
Finalmente, este martes Bertrand y otros miembros de Idas y Vueltas ofrecieron sus propias casas para hospedarlos transitoriamente.
En tanto, el Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (Sedhu), que tiene convenio con la agencia de Naciones Unidas para los refugiados, formalizó el pedido de refugio ante Cancillería y tramitó la documentación, que les será entregada este jueves.
