Se le imputó a los dos detenidos un delito de homicidio especialmente agravado en calidad de autor y co-autor respectivamente.
Las dos personas detenidas el sábado por el asesinato de Susana Odriozola declararon en la jornada del domingo y volvieron a hacerlo este lunes en el Juzgado de San José de Mayo.
El conductor de la moto hacía 20 días que salió de la cárcel y el acompañante, que fue quien realizó el disparo, posee varios antecedentes; además, se lo vincula a un caso de sicariato.
Desde el punto de vista policial, el caso ya está resuelto: las dos personas están implicadas en el hecho y el móvil fue una rapiña.
A las 19:00 del viernes pasado, la alguacil Susana Odriozola llegaba a su casa después de un día de trabajo en el juzgado de familia de San José.
Sopresivamente, dos personas en moto la abordaron. Según el fiscal del caso, uno de los procesados, Pablo Cedrés Viera se bajó de la moto e intentó robarle la cartera.
“Ante la resistencia esgrimida por la víctima y la imposibilidad de apropiarse de dicho efecto opta por utilizar un revólver calibre .32”, decía el fallo.
“En principio pensamos que fue un arrebato que no se consumó, ante la resistencia de la funcionaria judicial. Y devino en que Cedrés le efectuara un disparo en la cabeza a quemarropa. Pensamos que fue un arrebato o una rapiña que salió mal”, sostuvo el fiscal del caso.
Después del incidente huyeron del lugar y se encontraron con personas conocidas. Según el testimonio de uno de ellos, el que le disparó a Odriozola les dijo:
“No vayan para arriba porque nos mandamos tremenda cagada… que le habían pegado un tiro a una mujer”, leía el escrito del caso.
Este fin de semana también declaró el dueño de la moto. Dijo que Cedrés Viera se la había pedido para ir a la farmacia a comprarle medicamentos a su mujer que estaba enferma.
Según el propietario de la moto, que es vecino de Cedrés, cuando se la devolvió le faltaban pegotines y la matrícula estaba guardada debajo del asiento.
Ferreira Machado era quien conducía la moto y confesó ante la Justicia, e indicó a su compañero como el autor del disparo. Aunque después se retractó y dijo que la Policía le había pasado todos los detalles del crimen.
“Cedrés niega absolutamente todo. Generalmente estos delitos no se confiesan. En primera instancia, Ferreira Machado confesó y luego se retractó. La confesión fue tan detallada y minuciosa que se le otorga un valor importante”, afirmó el fiscal Alfredo Ruiz.
Al arribar al juzgado en San José, uno de los sospechosos no dio declaraciones a la prensa. Sin embargo Pablo Cedrés, el segundo indagado, quien llegó después, dijo: "soy inocente, no hago injusticias. Tengo madre e hija". Cedrés tiene cinco antecendentes por hurto, dos por receptación, uno por violencia privada y otro por lesiones personales; según contó la Policía de San José.
Por su parte, César Ferreira Machado, el co-autor del crimen, tiene dos antecedentes por un delito de hurto y cuatro más por otro hurto.
Luego del fallo, el jefe de Policía de San José, Williams Martínez, dio su punto de vista del caso:
“Teniendo el cuenta el parentesco de la víctima con una reconocida juez penal, María Noel Odriozola, desde la Dirección Nacional de Inteligencia contactaron a la señora jueza descartamos elementos de que se tratara de un crimen por encargo. Lo quiero dejar muy claramente establecido”.
Martínez desmintió que a Odriozola la estuvieran esperando para atacarla, sino que fue una víctima casual.
Terminado el fallo, varias personas se congregaron en la plaza central de San José y marcharon hasta la Jefatura policial.
Tras saberse el fallo funcionarios judiciales que consideraron que la muerte de Odriozola fue una represalia, se movilizarán este martes en rechazo.
