La minera Orosur, de capitales canadienses, evalúa armar un proyecto de minera subterráneo.
En Minas de Corrales, en el departamento de Rivera, está instalada la mina San Gregorio, de capitales canadienses de la empresa Orosur que llegó en 1996.
La localidad riverense tiene una mina de oro a cielo abierto. En 2017 se extrajeron 30.000 onzas equivalentes a una exportación de 38 millones de dólares. Ahora, Minas de Corrales transita un momento económico difícil: puede desaparecer la histórica producción de oro. Orosur emplea a 320 personas, 240 fueron a seguro de paro luego de que la empresa enviara a una de sus subsidiarias- que cumple un rol clave en la producción de oro- a concurso de acreedores.
Lo que ocurre es que Orosur necesita al menos 8 millones de dólares de financiamiento para hacer funcionar un proyecto alternativo, así como la autorización de Dinama necesaria. Este proyecto alternativo, llamado Beta A, consiste en armar una mina subterránea ubicada debajo de la piscina en la que la empresa vuelca sus residuos tóxicos de la minería. Una de las preocupaciones es que haya una fuga en estos depósitos y por esto la Dinama catalogó el proyecto como categoría C, de alto impacto ambiental.
Este viernes a las 14:00 se hará una jornada cívica en Minas de Corrales a la que asistirán representantes de los ministerios de Industria y Trabajo, de las intendencias de Tacuarembó y Rivera y del PIT-CNT. El objetivo es pensar alternativas para acelerar los procesos. Desde el Gobierno sostienen que hay voluntad política para apoyar proyectos alternativas y se estudia desde la Dinama para dar la autorización necesaria.
Mientras se establece el proyecto Beta A, se procura extender el seguro de paro de los 240 trabajadores que le permitiría a Orosur extender la producción de oro.
