"Hay que trabajar por lograr la mancomunión entre la culminación de primaria y el comienzo de la educación del segundo ciclo", afirmó Robert Silva.
El grupo denominado “Eduy21” -integrado por expertos en educación - presentó el “Libro Abierto”, un conjunto de ideas para reformar y "poner de cabeza"al sistema educativo, entendiendo que son necesarios cambios profundos.
Algunas de las propuestas pasan por darle mayor autonomía a los centros educativos, más poder al Ministerio de Educación, generar cambios profundos en la forma de trabajo de los docentes y terminar con la repetición.
Abordamos el tema junto a Robert Silva, integrante del Codicen en representación de docentes.
Me llama gratamente la atención que exista un conjunto de ciudadanos y referentes en materia de educación que estén interesados en trabajar y proponer.
Se ha reunido un conjunto de personas para opinar sobre educación y hacer propuestas, en función de avanzar en los problemas que tenemos.
Tenemos problemas de equidad interna del sistema –el origen social de los niños condiciona su éxito educativo–, problemas de aprendizaje –las habilidades que obtienen los alumnos– y problemas en la culminación de los ciclos.
Muchas veces hay una reticencia al reconocimiento de los problemas, como también del otro lado muchas veces hay una necesidad en decir que todo está mal, y eso no es así. Las posiciones de blanco y negro o bueno y malo, no nos sirven.
Permanentemente me entero de cosas por la prensa, y no solo yo. El país muchas veces se ha enfrascado en reformas estructuras del sistema, creyendo que con ella se mejora la educación. Se aprobó más presupuesto y se cambió la estructura educativa, pero seguimos teniendo problemas severos. Si nos enfrascamos en una discusión de la estructura orgánica del sistema educativo, paralizamos durante cinco años a todo el sistema.
La estructura de nuestro sistema requiere cambios. Hay que hacer cambios en la gobernanza, pero ahí no hay que poner el foco. Necesitamos un equipo consolidado, que sepa hacia dónde quiere ir.
Hay que trabajar por lograr la mancomunión entre la culminación de primaria y el comienzo de la educación del segundo ciclo, ya sea secundaria o de UTU. Hay que cambiar ese pasaje por los alumnos pagan los platos rotos, ellos y sus familias. Queremos lograr un diálogo y una continuidad en la trayectoria educativa del alumno: algo se está haciendo, pero es importante seguir cambiando y evolucionando.
Nos hace falta una política general que apunte a sistematizar esa transformación. Hay muchas cosas que quedan a criterio de cada liceo. Los docentes tienen las ganas de cambiar y transformar, a pesar un de sistema que continúa con las 13 asignaturas, con un sistema de evaluación y pasaje de grado demasiado rígido, a pesar de que se castiga a las inspecciones. A pesar de todo eso, hay gente que quiere cambiar.
Tenemos que fortalecer el rol del Codicen y proteger la institucionalidad. Debemos avanzar hacia el futuro tratando de unir y no de dividir.
Se necesita más plata, pero también se necesita administrar y gestionar mejor los recursos que ya tenemos, porque son muchísimos. Pero se necesita diversificar la oferta, aumentar los acompañamientos en las zonas más vulnerables y mejorar las condiciones de los docentes.
