Drones y robots autónomos. El delivery del futuro ya se está empezando a probar en diferentes ciudades del mundo con empresas líderes como Google y Amazon.
Fue en el 2013 la primera vez que Amazon, una de las empresas más poderosas de internet, presentó su primer prototipo de drones de entrega.
Los primeros experimentos de lo que se pasó a llamar el Amazon Prime Air fueron bastante exitosos y se probaron en Estados Unidos, Israel y Reino Unido. Los envíos demoraron 13 minutos en concretarse.
Amazon continuó trabajando en este proyecto y este año presentó una versión mucho más avanzada de su drone. La máquina es eléctrica, utiliza inteligencia artificial, puede moverse de forma dinámica, como un avión, cuenta con cámaras y sensores térmicos y es completamente silenciosa y autónoma, o sea que nadie tiene que manejarlo. Todavía no está claro cuándo Amazon extenderá este modelo de envíos, pero los avances son concluyentes.
Amazon no es la única. De hecho, Google le está sacando ventaja en Australia, donde en abril de este año, después de 18 meses de pruebas y tres mil envíos con éxito, el proyecto Wing recibió la aprobación del gobierno australiano para operar a nivel comercial. Se utiliza para enviar productos de comercios locales, cafeterías, farmacias y restaurantes.
Kiwibot es otro ejemplo. Se trata de un robot para envíos a domicilio que funciona vinculado a diferentes negocios que cargan un pedido en el baúl del robot y el dispositivo usa sus ruedas, GPS y sensores para circular por las calles de Berkeley, en California. Sus creadores lanzaron el proyecto en mayo de este año y quieren que sea una alternativa a los servicios de entrega con humanos. No obstante este sistema tiene un lado cuestionable y es que lo manejan a distancia desde Colombia y solo pagan a sus operarios dos dólares la hora.
En un futuro, apuntan a que sea autónomo y no se necesite de la intervención humana.
