¿Para qué sirve la saliva y cuáles son sus funciones?

Se produce, en gran medida, gracias a tres glándulas salivales ubicadas en las mejillas, la mandíbula y el suelo de la boca

La saliva se produce, en gran medida, gracias a tres glándulas salivales ubicadas en las mejillas, la mandíbula y el suelo de la boca. De hecho, generan el 90% de esta sustancia acuosa y el restante 10% se produce en las glándulas más pequeñas, que se ubican por toda la boca, nariz, labios, lengua y laringe.

El 99% de la saliva es agua mientras que el 1% restante está constituido por moléculas orgánicas e inorgánicas, como proteínas, enzimas, mucina y electrolitos. Gracias a estos componentes es que podemos comer, formal el bolo alimenticio y, sobre todo, sentir los sabores de la comida.

Además, al mezclarse con la comida se genera una reacción química que da inicio al proceso de digestión. Sin la saliva no podríamos tragar sin lastimar la garganta, el esófago o el estómago, ya que también funciona como lubricante.

Pero las funciones no se terminan ahí, la saliva también se encarga de que podamos hablar, de que tengamos dientes sanos y protegidos al eliminar bacterias y restos de comida, disminuye el sarro y cuida el esmalte dental. También tiene poder cicatrizante y un ph balanceado que hace que las mucosas de nuestro cuerpo conserven su integridad.

A su vez, es una señal de si estamos hidratados o no. Cuando baja la hidratación, el cerebro le manda señales a las glándulas para que deje de producir saliva y por eso nos da sed.

Por último, la saliva también sirve para diagnosticar de manera no invasiva diferentes patologías, así como indica la predisposición a padecerlas.


Las Más Vistas