La crítica de Carlos Dopico.
A lo largo de su historia el cine se ha nutrido en decenas de oportunidades de historias, universos y personajes nacidos del videojuego.
Con mayor y menor éxito la industria cinematográfica a adaptado títulos como Tomb Raider tanto con Angelina Jolie como con Alicia Vikander , en 3 distintas trasnspolaciones, Super Mario interpretado por Dennis Hopper en el 93, Street Fighter con Kristin Kreuk, en 1994, la saga Resident Evil con Milla Jovovich durante 7 episodios o una de las mas recientes Pokemon Detective Pikachú, con una mezcla de animales reales y peluches.
Esta vez es Sonic el personaje de Sega llevado a la pantalla, una cinta dispar que comenzó con el pie izquierdo pero logró enderezar las pisadas. Hace casi año y medio, el primer tráiler disparó la ira de los fanáticos del veloz erizo alienígena que reaccionaron ante la nueva fisionomía del personaje por lo que Jeff Fowler y el estudio rediseñaran rápidamente al erizo azul a su forma original.
Su adaptación, trajo nada menos que al multifacético capo cómico Jim Carrey al cine. El canadiense de 58 años había retornado ya a la pantalla chica con Kidding la serie televisiva en la interpreta a Jeff, aquel icono infantil norteamericano conocido como Mr. Pickles. Pero esta adaptación del video Game es la que realmente hizo que Carrey volviera al set cinematográfico, tras la notable Jim & Andy: The Great Beyond
Esta vez, Carrey que había estado alejado de la industria viste las ropas del villano doctor Robotnik, en una simpática composición, plagada de tics, humor físico y movimientos de baile.
Vale recordar que Carrey, tras el suicidio de su novia en 2015 había recaído en la depresión, autoaislándose en su taller de pintura en el que comenzó a diseñar un comic y verter sobre el lienzo puro color.
Robotnik es el macabro y despiadado científico contratado por el gobierno para hallar al responsable de una descarga eléctrica que dejó a oscuras la ciudad. Allí es cuando Sonic, un extraterrestre solitario al que da gestos y voz Ben Schwartz, el policía Tom Wachowski al que compone James Marsden, y Robotnik cruzan sus caminos.
La trama, simple y esquemática, aborda una vez más la persecución del desconocido, y la irrupción desesperada de éste en la casa de su salvador. Nuevamente conviven aquí personajes reales con el protagonista virtual, al que gracias a las técnicas de CGI reproducen los movimientos faciales y gestualidad del actor.
En definitiva una película de live action que mezcla comedia con acción, y que según la taquilla será parte de una saga que queda abierta sobre los créditos.
Dura 1.40 y es apta para todo público.
