La instalación de una segunda planta de UPM: ¿qué se puede esperar?

Laura Raffo analiza en su columna económica los efectos esperados de la instalación de una tercera planta de celulosa en el Uruguay.

Avanzan cada día más las negociaciones UPM y el Gobierno uruguayo. La firma internacional puede concretar la inversión más grande en la historia del Uruguay (unos 4.000 millones de dólares) para una tercera planta de celulosa.

¿Qué falta para la firma?

A esta altura parecería que la firma es una simple formalidad. UPM quiere construir su segunda planta de celulosa, la tercera del Uruguay. Esta planta tendría una capacidad de producción total equivalente a la de las dos plantas ya instaladas. Alrededor de 2,6 millones de toneladas anuales.

Para hacer viable la instalación de esta planta, UPM solicitó algunas condiciones de infraestructura que hagan rentable y posible la inversión. Entre otras cosas, se debe reconstruir la vía férrea desde Paso de los Toros hasta Montevideo, reparar otros tramos y profundizar el dragado del puerto de Montevideo. Se estima que se necesitará una inversión de unos 1.000 millones de dólares.

El Gobierno ya respondió y ahora UPM pidió diez días para terminar de analizar el acuerdo.

Ya la semana que viene el Gobierno entregará los pliegos de condiciones a unas 40 empresas internacionales interesadas en reparar los 273 kilómetros de vía entre las cercanías de Paso de los Toros y el puerto de Montevideo. La adjudicación de las obras se efectuaría a comienzos del año que viene y el trabajo puede llevar hasta tres años.

La construcción de una tercera planta hace sentido, dado que la forestación de campos en Uruguay se viene incrementando sistemáticamente.

Efectivamente,  en 1987 casi no había bosques plantados en Uruguay, todo era nativo. Hoy ya hay 1,2 millones de hectáreas plantadas y 800.000 de bosques nativos.

Hay cuatro zonas: la norte y la litoral ya tiene plantado el 50 % de los suelos de prioridad forestal.

Los departamentos con mayor concentración son Rivera, Tacuarembó, Paysandú, Río Negro y Lavalleja. Tienen suelos, de buena aptitud para el crecimiento de los árboles son a su vez de baja productividad agrícola y pecuaria.

En tanto, la zona centro y sureste tiene entre 10 % y 20 % plantado.

Todos estos bosques plantados generan una cantidad de metros cúbicos de madera que, si no se procesaran en plantas en Uruguay, debería pensar en exportarse. Hoy el 70 % se extrae con destino a la producción de pulpa.

Se estima que en los próximos años podremos generar 15 millones de metros cúbicos de madera. Es difícil encontrar caminos de exportación para este volumen. El costo de transporte tiene una gran incidencia. Las fábricas más eficientes se abastecen de madera local.

Todo esto indicaría que esta tercera planta es casi un hecho. Por lo tanto seguiremos profundizando nuestro perfil de exportadores de celulosa.

La pasta de celulosa es el principal insumo para producir papeles y cartones. En lo que va del año se llevan vendidos 931 millones de dólares.

Esto ubica a la celulosa como tercer producto de exportación de Uruguay, luego de la carne bovina y la soja.

Uruguay se convertiría en uno de los mayores productores de pasta de celulosa de fibra corta. Los cuatro principales productores son actualmente Brasil, Canadá, Indonesia y Finlandia. El quinto lugar, que sería ocupado por Uruguay, es actualmente ocupado por Chile.

Estamos hablando de un transformación en nuestra matriz productiva muy relevante  donde la celulosa no solo superaría la producción de soja sino también la de carne.


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