El viernes pasado la golpeada Dilma Roussef sufrió otro duro revés: el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, anunció su ruptura con el gobierno y dejó a la presidenta totalmente expuesta, ya que él es el encargado de admitir o rechazar cualquier pedido de juicio político contra Dilma.
Recordemos que la semana pasada también se inició una investigación formal contra Lula por supuesto tráfico de influencias. En este contexto la oposición reclama el impeachment de Dilma porque está convencida de que ella es la responsable por la corrupción en Petrobras al haber encabezado su consejo de administración durante el gobierno de Lula. El índice de aprobación de la presidenta cayó a solo 7,7%.
En medio del escándalo, la toma de decisiones económicas está paralizada y la falta de confianza golpea los mercados.
En la última encuesta de expectativas del banco central de Brasil todos los resultados empeoraron. Ah ora se espera que el PBI caiga en 2015 y que la inflación aumente a 9,2%. Mientras tanto, la moneda brasileña continúa devaluándose frente al dólar, que hoy vale 43% más que un año atrás: 3,17 reales.
Sin duda, esta no son buenas noticias para Uruguay. Si bien nuestra economía viene absorbiendo de buena manera la crisis política en Argentina y en Brasil un mayor debilitamiento este socio comercial nos perjudica. De hecho, parte de la suba del dólar en estos últimos días ha tenido que ver con la situación Brasileña.
De todas maneras en el ultimo año en Uruguay el dólar creció 21% contra el 43% de Brasil.
Por el lado comercial, mientras tanto, tenemos que en el primer semestre del año las exportaciones a Brasil han caído 22%.
Así que deberemos seguir de manera muy atenta las próximas evoluciones del gigante de America del Sur.
