"Agarramos las camperas y mi esposo me sacó corriendo porque yo estaba en shock": uruguaya en Turquía cuenta qué pasó tras el terremoto

"Agarramos solamente las camperas y mi esposo me sacó corriendo porque yo estaba bastante en shock", cuenta Morgan Toleda, que vive en Diyarbakir hace un año.

Morgana Toleda es uruguaya pero hace un año que vive en Turquía. Está en Diyarbakir, una de las ciudades afectadas por un terremoto de magnitud 7,7 que sacudió esta madrugada Turquía y Siria y que, según los últimos datos, ha dejado más de 2.600 fallecidos.

"Estamos en una situación de caos y de tristeza. Aproximadamente a las 4:20 de la mañana nos despertamos con un temblor y un ruido muy grande", cuenta en diálogo con Telemundo.

Cuando Morgana puso los pies en el piso de su apartamento se dio cuenta que su edificio "estaba temblando muchísimo". "En el pánico agarramos solamente las camperas y mi esposo me sacó corriendo porque yo estaba bastante en shock, no entendía muy bien qué era lo que estaba sucediendo", relata la mujer, que trabaja como maestra preescolar de inglés.

Cuando salió a la calle se encontró con una imagen que difícilmente podrá borrar de su cabeza: personas gritando, bebés llorando y gente intentando comunicarse con sus familiares. En esos diez primeros minutos, todo fue caos y desconcierto.

"No teníamos muy claro si era solamente acá en Diyarbakir o si era en (las ciudades) aledaños", señala. Al final de cuentas, ahora ya sabe que son unas ocho ciudades que están afectadas por el terremoto.

Diyarbakir es una de las ciudades más afectadas. "Es una catástrofe lo que sucedió, es terrible", subraya. "Acá cerca de mi casa, a unos 400-500 metros uno de los principales edificios que era un shopping viejo, que además tiene edificios alrededor -gente viviendo- fue lo que colapsó, de lo más grande", añade.

"Es una imagen tremenda, están las retroexcavadoras trabajando, las grúas", insiste, al tiempo que detalla que en Turquía ya hay al menos 10.000 personas desparecidas.

Morgan estuvo unas cuatro horas sin energía pero entre las 11 y las 12 del mediodía se restauró. "Después está todo funcionando perfectamente a no ser, por supuesto, en los alrededores de los edificios que están colapsados, que en esos lugares no tienen cómo", detalla.

En su casa, sostiene, no pasó nada grave. "Nuestro edificio está entero", afirma. "De todas formas, cada réplica que hay vienen y controlan porque puede ser que tengas que evacuar en cualquier momento", agrega.

A la una de la tarde volvieron a su casa, a la 13:30 ocurrió la segunda replica. "Nos encontramos con que las paredes están resquebrajadas", lamenta. "Empezamos a mirar por toda la casa y da miedo porque yo nunca lo viví, pero tampoco es normal el impacto que tuvo porque fue muy alto", señala.

Las autoridades le piden calma. "De todas formas está funcionando todo muy bien. El gobierno la verdad que en cuanto a este tipo de cosas están muy organizados; sobre todo los militares, la policía, los civiles que están ayudando", indica.

"Cada media hora hay parlante pidiendo por favor que la gente no se desespere, que no salgas en auto, principalmente en la noche porque están trabajando las ambulancias y los autos de la policía llevando gente todo el tiempo", explica. "Están encontrando algunos sobrevivientes pero si no cuerpos y los están trasladando. Los hospitales están colapsados, por supuesto", asegura.

En las calles, la mayoría de los negocios están cerrados. Solo algunos supermercados pequeños están abiertos. Pero lo cierto, expresa, es que "se vive una gran tristeza y desolación" por lo que ocurrió.

Si bien los sismos en Turquía no son nuevos, la población no está acostumbrada a fenómenos naturales de esta magnitud. El último terremoto que se puede comparar con el que ocurrió esta madrugada sucedió en 1999. "Hacía un montón de tiempo que no sucedía una catástrofe así, donde hay casi 10.000 personas desaparecidas y casi como 2.000 personas que se dieron como fallecidas", lamentó.

Morgana por ahora dice que está a salvo, pero todo puede cambiar en un instante. "Depende de cada réplica, o sea que puede ser que en 10 minutos que te cambie la vida, que te tengas que ir a evacuar", explica.

Todos los evacuados deben moverse a los estadios que están habilitados o a otros espacios públicos, como escuelas o gimnasios. "Ahí la distribución de comida, agua y abrigo, porque acá estamos en invierno -hasta ayer estuvo nevando- está funcionando de manera impecable para lo que es que está aconteciendo", concluyó.


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