La Justicia determinó que ella dejaba de ser presidenta de Argentina a la medianoche y por tanto no concurrirá a la ceremonia.
Cuando Cristina Fernández se enteró este martes del recurso que Mauricio Macri interpuso ante la Justicia -para que se determinara que el mandato de la presidenta culminaba en la medianoche del miércoles y así poder ser él quien determinara dónde se realizaría el cambio de mando-, la mandataria saliente suspendió las negociaciones sobre el lugar de la ceremonia y decidió no concurrir ella misma.
El jefe de gabinete Aníbal Fernández defendió la determinación de la presidenta:
¿Cuál era el criterio de conseguir de estas cosas? Un repicar, un insistir sobre lo que debiera ser lo más normal del mundo: que la presidenta llegue al Congreso, que junto con el presidente lleguen al estrado, que el presidente del Senado le tome el juramento, ya es presidente, deja los atributos arriba de un escritorio -que puede llevar 30 o 40 segundos- e irse a su casa. .
¿Cuál es la historia? La realidad entonces de lo que estamos viendo y lo volvemos a ver y lo podemos ver 500 veces es que el objetivo es que no esté. Y si el objetivo es que no esté, ¿por qué va a ir la presidenta? Entonces no están dadas las condiciones y es hasta riesgoso para su seguridad.
El presidente electo de Argentina jurará su cargo entonces ante el Congreso y los atributos le serán entregados por el presidente provisional, el titular del Senado. Después pronunciará su primer mensaje presidencial y se trasladará a la Casa Rosada.
El kirchnerismo dio libertad de acción a sus legisladores para ir o no a la ceremonia, por lo que muchos senadores y diputados ya anunciaron que no van a concurrir.
