El presidente de Estados Unidos dijo tras llegar a Kenosha, foco de las manifestaciones, que la Policía no tolerará más desmanes.
El presidente estadounidense Donald Trump calificó ayer de terrorismo doméstico a las protestas contra el racismo y la policía tras su llegada a la ciudad de Kenosha, foco de manifestaciones y choques tras un nuevo caso de brutalidad contra un afroestadounidense.
“Turbas violentas demolieron o dañaron al menos 25 negocios, incendiaron edificios públicos y arrojaron ladrillos a los oficiales de policía, que nuestros oficiales de policía no tolerarán, y ellos no lo toleraron. No se trata de actos de protesta pacífica, sino de terrorismo doméstico”, dijo Trump.
El presidente ignoró los pedidos del gobernador demócrata de Wisconsin ante temores de que su visita provocara un aumento en las tensiones.
Trump llegó para reunirse con autoridades policiales y visitar los lugares vandalizados tras la violencia desatada desde que un policía blanco disparó a quemarropa contra Jacob Blake, un afroestradounidense de 29 años, frente a sus tres hijos, dejándolo paralítico.
“Para detener la violencia política también debemos enfrentar la ideología radical que incluye esta violencia. Los políticos imprudentes de la extrema izquierda continúan impulsando el mensaje destructivo de que nuestra nación y nuestra aplicación de la ley son opresivas o racistas, y tirarán cualquier palabra que se les ocurra. En realidad, debemos brindar un apoyo mucho mayor a nuestra aplicación de la ley", agregó Trump.
El mandatario saludó desde su convoy a sus simpatizantes mientras fue abucheado por manifestantes del movimiento “Black Lives Matter”
Los demócratas piden una reforma policial y consideran que han aumentado las milicias armadas de derecha en las calles, por su parte Trump denuncia una anarquía en las ciudades gobernadas por los demócratas y se presenta como la opción de ley y orden de cara a los comicios del 3 de noviembre.
